El Partido Popular y su líder, Pablo Casado, han exhibido este martes en Valladolid el respaldo del exdirigente de Ciudadanos Juan Carlos Girauta y del fundador de Vox Alejo Vidal-Quadras para unir en su papeleta el voto del centroderecha.

Casado ha recibido el apoyo de ambos exdirigentes políticos en una mesa de debate sobre la nación en Valladolid, donde el PP ha celebrado la segunda jornada de su convención nacional, a la que han acudido exmandatarios europeos como Donald Tusk y Antonio Tajani, además del presidente de Castilla León, Alfonso Fernández Mañueco.

La sintonía con Girauta ha sido explícita, cuando el exdirigente naranja ha destacado que el PP es un "proyecto político capaz de escuchar a su alrededor", algo "rarísimo", y cumple "con los requisitos imprescindibles", en ingredientes y en ambición, para que Casado sea "presidente del Gobierno a no mucho tardar".

Cree Girauta que Cs fue "adanista" cuando vio al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que en 2016 hablaba como ellos y decía lo que ellos sobre los nacionalismos. "La primera vez te lo crees", ha ironizado y ha acusado a Sánchez de buscar un sistema "autocrático", devaluando la constitución con sus pactos y deterioro institucional.

Menos alineado con la posición del PP está Vidal-Quadras. Aunque el fundador de Vox y exdirigente del PP ha agradecido la invitación a la convención nacional y ha dicho "echar de menos" a su expartido, ha defendido una visión contraria sobre el estado de las autonomías, que a su juicio ha dado alas al independentismo.

Para Vidal-Quadras, es la "amplísima descentralización" la que ha alimentado "esta lacra" porque el independentismo ha utilizado todos los instrumentos institucionales y financieros a su disposición "para morder la mano que tan generosamente se les tendió y para destruir la nación que intentó integrarles".

Su afirmación de que "los siete padres de la constitución se entregaron candorosamente al pensamiento mágico" ha recibido la respuesta de la catedrática y diputada del PP Edurne Uriarte que ha defendido que el estado autonómico ha dado "grandes éxitos" y "funciona muy bien también en las comunidades donde no hay nacionalistas".

El fundador de Vox ha cerrado el debate buscando una posición de consenso: no darles "más instrumentos para destruir la nación". Y ha pedido también "no volver a pactar con ellos".

Además, ha reclamado "líderes fuertes para tiempos duros". "Ni continuismo inane ni adanismo destructor", sino "voluntad de poner a punto nuestra democracia que está maltrecha". El futuro todavía les pertenece y están a tiempo de salvarlo, le ha dicho a Casado.