Son muchos los que quieren saber si están infectados, son asintomáticos o si ya han pasado la enfermedad y tienen anticuerpos, para lo que recurren a centros privados para hacerse una prueba de coronavirus que les saque de dudas. En realidad son pruebas diferentes y cada una tiene su precio, que además puede variar de un laboratorio a otro.

Los test más habituales son los PCR y pruebas serológicas de anticuerpos. Los primeros confirman si el paciente está contagiado en ese momento, no dice si ya ha pasado ya la enfermedad. Se trata de esa desagradable prueba que hemos visto insistentemente en los medios de comunicación, en la que se toma la muestra introduciendo un hisopo en la nariz o en la garganta. La muestra se analiza en un laboratario y suele tardarse entre uno y dos días en conocer los resultados. Hay que tener cuidado, tal y como advierte la OCU, porque en algunos casos resulta positiva durante algunos días después de la curación, ya que sigue detectando restos del virus que aún persisten en el cuerpo. También puede dar falso negativo si el paciente tiene poca carga viral.

En cuanto al test de anticuerpos, mediante la técnica de ELISA (o parecidos), como su propio nombre indica, utilizan una muestra de sangre, que permite detectar si el paciente en cuestión ha sufrido la enfermedad y por tanto ha desarrollado anticuerpos. Según la OCU, tienen el "pero" de que no distinguen si el paciente sigue siendo infeccioso, con lo que recomiendan que sean siempre ser interpretados por un médico.

Hay una tercera variante de test, los rápidos de anticuerpos, cuyo resultados se conocen en apenas 15 minutos con una simple gota de sangre obtenida por punción, aunque según advierten desde esta organización, se consideran poco fiables.

PRECIOS VARIADOS

Para conocer sus precios, la OCU ha llamado de forma anónima a quince centros privados que anuncian este tipo de servicios en Internet. Los precios son muy variados; entre los 130 y los 240 euros para una PCR. De 60 y 160 euros para la serología (test Elisa de anticuerpos) y de entre 50 y 150 euros para el test rápido.

Normalmente, explican el precio incluye la prescripción médica, imprescindible para poder realizar las pruebas diagnósticas. De lo contrario hay que pagarla aparte (20 o 30 euros si no tiene seguro privado) o solicitarla al médico de familia.