El líder de Podemos admite el momento difícil tras el mal resultado en Cataluña, pero reivindica su liderazgo y promete “dejarse la piel y la salud” por el partido. Iglesias asume que no puede seguir esperando a “un Pedro Sánchez que ha envejecido muy pronto” y que “no quiere echar a Rajoy” con una moción de censura.

Iglesias llevaba “desaparecido” desde finales de diciembre y ha reaparecido con fuerza ante el Consejo Ciudadano Estatal de su partido porque es allí, en los órganos internos, donde deben tener los debates. No en los medios, ha dicho, “aunque por desgracia a algunos se les olvida a veces”. Como estaba previsto, ha hecho balance de 2017 y ha fijado el rumbo para 2018. Estas son las claves de su discurso.

1. La autocrítica

Iglesias ha comenzado admitiendo que el año, “hay que decirlo muy claramente”, no ha acabado bien para Podemos. “Hemos tenido un mal resultado electoral en Cataluña”. Peor que el de 2015 que, como ha recordado, él mismo calificó de “altamente decepcionante”. “Nuestro papel es modesto y hay que asumirlo como tal”, ha explicado. Y, aunque se ratifica en la defensa del referendum, reconoce que al defenderlo “muchos ciudadanos han percibido que estábamos hablando a otras formaciones políticas, que no han sentido que estuviésemos también trabajando en los problemas que afectan al día a día.

2. La presión y su liderazgo

“Es evidente que la cosa no iba a ser fácil. Pero que esto sea evidente en términos teóricos, no quiere decir que sea lo mismo saberlo que sentirlo. Ahora estamos sintiendo la presión”. Aunque añade que “en los momentos difíciles, algunos piensan en tirar la toalla” pero él está dispuesto a “dar la batalla”, a seguir dejándose “la piel y la salud para pelear hasta el final por ser el próximo presidente de este país (…) no puedo garantizar que lo vayamos a conseguir, pero sí que me voy a dejar la piel”. Reivindica, pues su liderazgo, mas también recuerda que el día que “me digáis que mi puesto está en otro sitio, no me costará”.

3. El árbitro

Apenas unos días después de que Pablo Echenique dijera que no habían sabido superar la barrera comunicativa para hacer llegar a la gente sus mensajes sobre Cataluña, Pablo Iglesias advierte que “es muy fácil decir que los aparatos mediáticos del poder nos dan muy duro”. Pero recuerda que eso “es lógico. Ya sabíamos a lo que veníamos”, para rematar su idea con una metáfora deportiva: “Algunos dirán que el árbitro está comprado. Ya lo sabíamos antes del partido y tenemos que ganar pite quien pite”.

4. Pedro Sánchez

Iglesias reconoce que “el PSOE ha renunciado a que seamos su socio preferente” como prometió Sánchez tras ganar las primarias. “Y esto no es una buena noticia para el cambio político”. Pero pasa página. “Tenemos que reconocer que nos hemos hechos escépticos y hay que decir algo que es triste y no nos gusta: el PSOE no quiere una moción de censura. No quiere echar a Mariano Rajoy”. Por lo tanto, “no podemos esperar a un partido socialista que está haciendo lo mismo que habría hecho Susana Díaz. Algunos dirán que hemos pecado de ingenuos esperando a un nuevo Sánchez que envejeció muy pronto”. De momento, toma la iniciativa y llevará al Congreso una proposición de ley sobre el impuesto a la banca que el secretario general del PSOE anunció hace unos días. También quiere forzar un debate sobre el estado de la nación.

5. Ciudadanos

Iglesias también ha reconocido de forma implícita el crecimiento de Ciudadanos que pronostican los sondeos. “Por primera vez en España hay una competencia real por fuerzas de derecha y de extrema derecha que puede tener mucho peso electoral y puede ser muy importante”. Y emplaza a su partido a que asuman que “vamos a tener que enfrentarnos a un giro derechista. Tenemos que estar enfrente”.