El caso Salazar agita al PSOE y expone la división interna ante la gestión de Ferraz

Según una crónica de Ricardo Rodríguez, jefe de política de COPE, la dirección del PSOE en Ferraz ha acusado el golpe por su laxitud con el “caso de Paco Salazar”, pero por ahora rechaza llevar las denuncias de acoso sexual a la Fiscalía. 

Esta postura ha dejado al descubierto las "costuras internas del partido", con un creciente malestar entre las feministas socialistas y diversas federaciones territoriales casi seis meses después del estallido del caso.

Crece la presión territorial

El intento de la cúpula federal de mandar un mensaje de autoridad no ha logrado sofocar las críticas. Según cuadros territoriales que se han manifestado en privado, en Ferraz “deben moverse y rápido”. Sin embargo, al más alto nivel se exige "acatamiento y evitar las críticas públicas" a la dirección, que insiste en apurar su propia investigación interna.

Deben moverse y rápido"

La dirección federal ha desoído la demanda de los responsables de Igualdad de distintas federaciones, que pedían acudir a la fiscalía ante los indicios de delito que presentan las denuncias. Ferraz argumenta su rechazo a la vía judicial en que Paco Salazar ya ha dejado de ser militante del partido, una decisión que no ha calmado los ánimos.

Sánchez esquiva la polémica

La palpable decepción generada entre las socialistas contrasta con un huidizo Pedro Sánchez. En el mitin de apertura de la campaña electoral en Extremadura, el presidente del Gobierno ha evitado la polémica y ha optado por centrar su discurso en realizar "guiños a las mujeres" con apelaciones a la acción de su Gobierno en favor de ellas.

Mientras tanto, el Partido Popular no ha tardado en reaccionar y se ha lanzado contra lo que considera la “hipocresía” socialista en este asunto, aprovechando la controversia para atacar a sus rivales políticos.