La pandemia y el confinamiento han puesto de manifiesto muchas desigualdades de género en todos los ámbitos, no solo en la ciencia, que deberían tenerse en cuenta y corregirse para evitar que la brecha siga creciendo, advierte un informe de la Unidad de Mujeres y Ciencia (UMyC) del Ministerio de Ciencia e Innovación.

Este órgano ministerial, encargado de impulsar la perspectiva de género en las políticas de I+D+i, ha analizado los efectos de la COVID-19 en términos de igualdad de género y ha emitido un documento con recomendaciones para incorporar la dimensión de género a todos los ámbitos.

El documento recuerda que las mujeres han salido o pueden salir perjudicadas de esta crisis si no se corrigen ciertos planteamientos.

Así, advierte de que los ensayos de la futura vacuna contra el coronavirus o de un potencial tratamiento deben ser probados en hombres y mujeres para evitar sesgos.

El informe también recuerda que, pese a las mujeres son mayoría en sectores clave en la lucha y la prevención contra la pandemia (medicina, enfermería, cuidado de personas dependientes o limpieza), están infrarrepresentadas en los puestos de toma de decisiones que son los que deben poner en marcha medidas para abordar este desequilibrio.

"Preocupante es el impacto que el confinamiento ha podido tener sobre aspectos como la conciliación de la vida laboral y familiar", dado que antes de la crisis, las españolas ya dedicaban el tripe de tiempo que los hombres a estas tareas, o sobre la violencia de género que ha dificultado las denuncias.

En cuanto a la Ciencia, recuerda que este sector no es distinto al resto de la sociedad y que también entre las investigadoras hay un reparto no igualitario de trabajo doméstico, que se suma a la maternidad, un freno que lastra o penaliza la trayectoria profesional de las investigadoras.

De hecho, en dos meses de confinamiento, los editores de revistas científicas han advertido de la "significativa" diferencia del número de artículos recibidos entre hombres y mujeres, dado que "ellos han tenido más tiempo para publicar".

Y aunque las mujeres representan buena parte del personal investigador en ciencias de la vida y de la salud, solo hay unos pocos equipos dedicados a la lucha contra el Covid-19 dirigidos por mujeres, salvo casos como el de la investigadora Margarita del Val.

Por otra parte, según el informe, "ha quedado patente que reducir la movilidad es posible", y también el teletrabajo e incluso la internalización de la ciencia, aspectos que deberían tenerse en cuenta en la futura toma de decisiones y redefinir los criterios de excelencia de la carrera científica, aconseja.

Asimismo, el informe recomienda que se aprovechen los impactos de la pandemia como reflejo de la importancia de las variables sexo/género y sirvan como base para asegurar que las decisiones futuras de la I+D+i garanticen la igualdad y que asegurar que nadie se quede atrás.

"Todo apunta a que habrá un antes y un después de la pandemia también para la Ciencia y que harán falta nuevos acuerdos laborales" para captar y retener talento y "frenar los estragos de la pandemia" sobre la igualdad de género en ciencia, concluye el informe ministerial.