El truco de la sal para enfriar tu botella de agua en dos minutos: sin congelador
Descubre como tener una solución rápida que no afecte a tu bolsillo

mujer tomando agua de su botella
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El verano es sinónimo de altas temperaturas, ventiladores encendidos y neveras a pleno rendimiento. Por eso mismo, hay pocas cosas que se agradecen más que un buen trago de agua fría en medio de una ola de calor.
Sin embargo, económicamente no es viable salir a comprar en la tienda una botella de agua fría, cada vez que tengamos sed y queramos agua fresquita. Tampoco sería bueno estar constantemente abriendo y cerrando el congelador para meter la botella y esperar a que se enfríe a la temperatura que deseamos, ya que consumiremos más electricidad de lo necesario.
En ese sentido, conocer algunos trucos caseros para enfriar tus bebidas de forma rápida y económica puede ahorrarte muchas molestias en el futuro cercano. Esto no solo te permitirá tener tu botella helada en cuestión de minutos, sino que también evitarás usar demás el congelador, uno de los electrodomésticos que más energía suele consumir.
El truco estrella: HIELO, SAL Y AGUA
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Entre todos los consejos, existe uno que sobresale por su rapidez. Es conocido como "el truco de la abuela" y se ha popularizado en las redes sociales en los últimos veranos. Solo es necesario tener tres cosas: hielo, sal y agua. A continuación te contamos los sencillos pasos para este proceso.
Primero tienes que llenar un recipiente con una abundante cantidad de hielo, mientras más mejor. Luego debes de añadir un buen puñado de sal gruesa y cubrirlo con un poco de agua fría. La combinación de estos elementos provoca que el hielo se derrita cada vez más rápido, por lo que absorbe el calor con mayor intensidad.
Una vez preparado el recipiente, introduce la botella de agua y gírala durante un par de minutos. Tan solo 120 segundos después, la botella de agua estará a una temperatura ideal, teniendo la ventaja de haberlo logrado sin perder tiempo o gastar electricidad.
Otras OPCIONES RÁPIDA Y EFECTIVAS
Aunque la técnica del hielo y la sal es el que más rápido logra el objetivo, existen otras alternativas que pueden conseguir los mismos resultados tardándose un poco más:
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- Con alcohol: igual que con el método anterior, tienes que mezclar mucho hielo con un poco de agua, pero esta vez debes añadir alcohol farmacéutico o de limpieza. Cuando lo tengas listo, sumerge la botella y gírala cada 30 segundos. En unos cuatro minutos tendrás tu bebida fría y lista para refrescarte.
- Agua con hielo y movimiento: Coloca la botella dentro de un recipiente, añade agua y hielo, luego agítala con fuerza durante algunos minutos. Aunque es algo lento, puede tardar 5 minutos, es una solución práctica si no tienes sal o alcohol.
- El truco del papel mojado: Envuelve la botella en papel de cocina húmedo y métela en la nevera. El agua del papel se enfriará más rápido, acelerando el proceso de refrigeración. Este método es el que menos involucración requiere, pero también es el que más tarda, serán unos 10 minutos.

Niño tomando agua
El ahorro detrás del truco
Estas técnicas esconden un beneficio económico importante, ya que en vez de salir a comprar una botella de agua fría en la tienda, podrás tenerla en cuestión de minutos en la comodidad de tu casa.
Del mismo modo, está confirmado por el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) que, la nevera y el congelador pueden suponer hasta el 30% del consumo eléctrico del hogar. Si haces uso de estos trucos podrás evitar estar abriendo y cerrando la puerta del congelador, algo que lo hace trabajar más de la cuenta, ya que buscará recuperar su temperatura.
Puede que esto parezca un detalle mínimo que no cambia nada, pero si vas sumando formas de ahorrar en tu rutina diaria, verás como tus cuentas totales a final de mes bajaran.

Chica tomando agua después de correr
ALIADOS CONTRA EL CALOR QUE PROTEGEN TU BOLSILLO
Estos consejos nos demuestran que se puede disfrutar de un poco de frescor sin tener la necesidad de gastar más de la cuenta. Si combinas: ciencia, trucos virales de redes sociales y un toque de creatividad, puedes conseguir alternativas rápidas y baratas que te harán ahorrar.
Así que ya lo sabes, la próxima vez que el calor te deje seco y tengas una sed insaciable, recuerda que con hielo, sal y un par de minutos puedes tener una botella helada lista para satisfacer tu necesidad de hidratarte, y por si fuera poco, sin incrementar tu consumo de electricidad.
Tu nueva solución práctica, refrescante y, sobre todo, amigable con tu bolsillo.