Cada vez más jóvenes barajan dejar la ciudad: la curiosa opción rural que gana terreno
Los jóvenes lo tienen cada vez más difícil para emanciparse: solo un 15% no vive con sus padres. Debido a los elevados precios de la vivienda la juventud española busca alternativas.

Vista del precioso pueblo pirenáico
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Los jóvenes lo tienen cada vez más difícil para emanciparse. Según los últimos datos del Consejo de la Juventud de España, solo un 15% no vive con sus padres, la peor cifra en casi 20 años. El resto no se lo pueden permitir por los elevados precios de la vivienda, sobre todo en las ciudades. “Estoy ahorrando desde que empecé a trabajar, pero sigue sin ser suficiente”, nos comenta Manuel, un joven de 29 años que vive en las afueras de Madrid con sus padres porque no puede permitirse una casa propia.
Los precios cada vez más elevados de la vivienda expulsan a jóvenes como Manuel a la periferia de las ciudades, pero la presión de la demanda ya se empieza a notar también en estas zonas.
La solución pasa por la España rural: 2 de cada 10 jóvenes se plantea hacer las maletas e irse a vivir un pueblo.

Casas antiguas y pintorescas en un pueblo de montaña. Rupit i Pruit, Cataluña.
Precariedad laboral y sueldos bajos
El precio medio del alquiler ha alcanzado un máximo histórico, superando los 1.000 euros mensuales (+11,6% interanual), más de un 90% del sueldo medio de los jóvenes. Y para poder comprar, necesitan 4 años íntegros de salario solo para la entrada.
Tener una vivienda en propiedad es casi una quimera para algunos. Por eso, la mitad de los jóvenes emancipados vive de alquiler, y un tercio necesita compartir piso para poder hacerse cargo de los gastos del hogar. Estamos “ante una generación inquilina”, explica en COPE Sara Villorde, vicepresidenta del Consejo de la Juventud de España, porque “casi ninguna persona joven es capaz de permitirse una vivienda”.
Al problema de los precios hay que añadirle los sueldos insuficientes y el mercado laboral, donde sigue habiendo precariedad. La tasa de paro juvenil está en su valor más bajo desde 2007, pero como explica Sara, “casi 1 de cada 5 jóvenes que trabajan siguen siendo pobres” y “a pesar de tener un trabajo, siguen sin tener unas condiciones de vida dignas”.
La zona rural como solución
En ocasiones, ni siquiera compartir piso es suficiente para afrontar los gastos. Los jóvenes han empezado a mirar otras soluciones, como irse a vivir a las zonas rurales. El 21% de los jóvenes entre 18 y 24 años que buscan casa se plantean vivir fuera de los núcleos urbanos. La mitad explora la posibilidad de teletrabajar desde un pueblo y la otra mitad está dispuesta a cambiar incluso de empleo.
Según José María Alfaro, presidente de la Federación de Asociaciones Inmobiliarias, esta nueva demanda no es del todo voluntaria, sino que “se ven forzados a acudir a eso porque no tienen otra alternativa”. “Su capacidad adquisitiva no llega a los precios medios de las ciudades o de las zonas donde se concentra mayor actividad”, añade Alfaro.
Ante esta problemática propone “crear núcleos urbanos en zonas periféricas a menos de una hora” con “buenas comunicaciones”. A pesar de que esto no solucionaría por completo la situación de los jóvenes españoles, los porcentajes de emancipación podrían subir.
Desde el Consejo de Jóvenes apuestan por soluciones, como un bono de alquiler “que garantice que las personas jóvenes puedan de verdad acceder a una vivienda digna”.