Las acciones de los bancos han reacionado con fuertes caídas a la rectificación del Tribunal Supremo. El TS ha sentenciado que las entidades financieras deberán hacerse cargo del pago del impuesto sobre actos jurídicos documentados y no los clientes. Las acciones de Bankinter y Sabadell han  perdido más de un 6 por ciento. Bankia se ha desplomado un 5 por ciento en el camino, y también ha dejado atrás la frontera de los tres euros por título.  En lo que va de año acumula una perdida del 25 por ciento de su valor.

El reguero de sangre se ha extendido por todo el sector, sin excepciones. Caixabank se ha dejado  4,5 por ciento. Y los dos grandes bancos no lo han hecho mucho mejor. BBVA y Santander han pedido un 2,7 y un 2 por ciento, respectivamente.  También han caído a plomo las entidades más pequeñas que cotizan en Bolsa, aunque no están en el Ibex. Unicaja y Liberbank han perdido más de un 5 por ciento.

La Agencia Tributaria cifra en torno a 6.600 millones de euros la cantidad que han pagado los firmantes de hipotecas  en los últimos cuatro ejercicios fiscales.  Según la agencia Moddys, esta decisión del Supremo puede suponer un coste para las entidades financieras de unos 4.000 millones de euros.  Por ahí se mueven las cantiddes que manejan los analistas. Las caídas que han sufrido hoy en Bolsa ya se acercan a esas cifras, ya valen eso menos en el mercado,  por lo que lo expertos consideran que no hay que esperar muchos más  recortes en los precios de los bancos a corto plazo, al menos por este motivo. Con las caídas de hoy ya habrían cotizado suficientemente la nueva.

La Bolsa ha entrado en negativo presionada por estas caídas en el sector financiero. El índice Ibex 35 ahonda en sus mínimos de dos años. Ha cerrado en 8.889 puntos con baja de un 1,2 por ciento.

También ha empeorado el mercado de deuda pública. La prima de riesgo de España ha aumentado hasta 132 puntos, su nivel más alto desde la moción de censura que termino con el cambio de inquilino en la Moncloa. La rentabilidad de los  bonos espaoles a diez años se dispara hasta el 1,74 por ciento.

La incertidumbre sobre los prespuestos de Italia y las posibles  “pegas” que ponga Bruselas también a las cuentas de España, ha encarecido los costes de financiación del  Tesoro. Hoy la tesorería pública ha captado 4,500 millones de euros con rentabilidades claramente superiores a la subasta anterior.  La rentabilidad de los bonos a cinco años ha subido del 0,42 al 9,62 por ciento. El rendimiento de las obligaciones a diez años ha pasado del 1,549 al 1,649 por ciento. El mayor coste que exige ahora el servicio de la deuda pública se comerá parte de los ingresos que espera conseguir el gobierno con la subida de algunos impuestos.  Y atención a la prima de riesgo de Italia, que se dispra hasta 327 puntos.

La mayor incertidumbre se ha dejado notar también en el mercado de divisas. Se ha debilitado el euro.  Se cambia esta tarde por debajo de 1,15 dólares. A las dudas que generan los presupuestos italianos se suma el convencimiento de que la Reserva Federal de Estados Unidos seguirá subiendo el precio del dinero a buen ritmo, a pesar de las quejas del presidente Trump.