La Unión Europea ya ha lanzado el aviso: las cuentas que ha enviado el Gobierno no cuadran. La Comisión quiere que el Ejecutivo aclare algunos aspectos del borrador de las cuentas que no les parecen lo suficientemente trasparentes. 

El procedimiento no es especialmente extraordinario, ya que el Ejecutivo comunitario va a pedir también explicaciones por sus finanzas a los gobiernos de Italia, Francia, Bélgica y Portugal (especialmente preocupante es el caso italiano, cuyas cuentas triplican el déficit inicialmente previsto), pero es sintomático de que las cuentas españolas llaman la atención en Bruselas. 

La estabilidad presupuestaria es un aspecto que alarma especialmente en la Unión Europea desde la crisis financiera de 2008. En 2009, el conjunto de la UE sufrió un déficit del 6,6%, con cifras tan preocupantes como el 10,1% del Reino Unido, el 11% de déficit en España, el 13,8% en Irlanda o el 15,1% en Grecia. 

Tanto es así, que fue la propia Unión la que obligó al Ejecutivo de Zapatero a modificar el artículo 135 de la Constitución española para evitar que se volviera a dar una situación de déficit excesivo. "El Estado y las Comunidades Autónomas no podrán incurrir en un déficit estructural que supere los márgenes establecidos, en su caso, por la Unión Europea para sus Estados Miembros".

En ningún caso en 2019 se llegará a un déficit ni siquiera cercano a lo vivido en aquellos años de la crisis. Pero Europa teme, y mucho, que ante los nubarrones de una nueva desaceleración económica, los Estados miembros no hayan aprendido del pasado y reproduzcan los errores que ya se vieron hace una década. 

La Ministra de Economía, Nadia Calviño, conoce muy bien las expectativas de la Unión Europea. No en vano, antes de alcanzar la cartera de Economía, había sido Directora General de Presupuestos de la Comisión Europea entre 2014 y 2018. Precisamente, su experiencia en la Comisión fue una de las razones por las que Sánchez la eligió para ocupar una cartera tan delicada como la de Economía. Calviño se ha mostrado convencida en todo momento de que Bruselas dará luz verde a las cuentas del Gobierno.

"El Gobierno español es muy optimista puesto que nuestro plan presupuestario está absolutamente en línea con la normativa comunitaria", decía Calviño este jueves. "España tiene una situación un poco especial, porque hemos enviado un proyecto presupuestario sin tener un anteproyecto de Ley de Presupuestos. Así que lo normal es que la Comisión Europea nos envíe una carta, tome nota de nuestro plan y nos inste a enviarle, en cuanto lo tengamos, el anteproyecto de Ley de Presupuestos".

La situación no debe preocupar en exceso al Ejecutivo socialista, siempre y cuando sus cuentas sean realistas. Y aunque en Europa preocupa que España siga siendo el país con mayor déficit de la UE, los focos se centran ahora en Italia y en su Gobierno formado por populistas y ultraderechistas.