Este es el producto que consumes todos los días y que no para de subir de precio: ha subido más de un 25%
Esta paradoja inquietante revela que, cuando el pan se vuelve más caro, las familias terminan comprando menos.

Foto de archivo de un cajero en un supermercado
Madrid - Publicado el
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El precio del pan en España se ha disparado en los últimos años, mientras que el consumo de este alimento básico se desploma. Esta paradoja inquietante revela que, cuando el pan se vuelve más caro, las familias terminan comprando menos.
Diversos factores confluyen para generar una crisis estructural en torno a este producto tradicional. El alza de los costos, la pérdida del poder adquisitivo y los cambios en los hábitos alimentarios están transformando el mercado del pan en el país.
Los costes de producción no paran de subir
Uno de los principales motores del aumento del precio del pan es el incremento de los costes de producción. La energía, los fertilizantes y otros insumos esenciales en la cadena productiva han subido considerablemente.

Panadería
Los costes energéticos siguen elevados debido a las tensiones internacionales y la crisis energética global, lo que impacta directamente en la producción y fabricación del pan.
Además, aunque el precio del cereal no haya subido tanto como el del pan, esta reducción no se ha trasladado a los consumidores. De hecho, el precio del pan ha subido de manera mucho más pronunciada que el coste de las materias primas básicas.
Inflación alimentaria y presión en la cesta de la compra
En general, los alimentos han experimentado un aumento sostenido en sus precios. En las últimas décadas, los precios de los alimentos han crecido a un ritmo muy superior al incremento del poder adquisitivo de la población.
Esto provoca que productos básicos como el pan, las hortalizas o la leche resulten cada vez más caros para los hogares, afectando especialmente a quienes disponen de menores ingresos.
Existe un claro desajuste entre los costes de producción y el precio final al consumidor. Aunque el precio de las materias primas no haya subido de forma proporcional, el pan sigue encareciéndose de manera significativa.
El consumo está en caída libre
Paralelamente al encarecimiento, el consumo de pan en España está cayendo rápidamente. El consumo medio por persona ha disminuido de forma notable en los últimos años, lo que se traduce en una reducción del volumen total comprado.
La caída del consumo tiene un impacto directo en las panaderías tradicionales. Menos demanda implica que muchas pequeñas empresas se ven obligadas a reducir la producción, ajustar plantillas o incluso cerrar.

Cereales: avena, cebada, trigo y pan cortado en rebanadas
El sector se enfrenta a un dilema: si suben los precios para cubrir los costes, arriesgan perder clientes; si no lo hacen, deben reducir calidad o asumir pérdidas. En algunos casos, la calidad del pan ha disminuido, lo que puede estar contribuyendo a que los consumidores compren menos.
influye también el poder adquisitivo
El encarecimiento del pan afecta de forma más intensa a los hogares con menos recursos, ya que es un alimento básico. Cuando los precios suben por encima de los ingresos, el poder de compra se deteriora, agravando la desigualdad social.
Reducir el consumo de pan puede alterar la alimentación cotidiana, pues es una fuente importante de energía y volumen en la dieta. Las familias con dificultades económicas pueden verse obligadas a cambiar sus hábitos hacia productos de menor calidad nutricional o menos variedad.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.