La Bolsa ha puesto fin hoy a una mala racha de ocho sesiones consecutivas con números rojos. El índice Ibex 35 ha cerrado el viernes en 7.366 puntos, con una subida del 0,91 por ciento. Pese a esta reacción, ha bajado un 2,9 por ciento esta semana y ha caído cerca de un 7 por ciento en el mes de septiembre. El desplome acumulado en lo que va de año roza ya el 16 por ciento. Entre junio y septiembre ha perdido más de un 9 por ciento. Lleva tres trimestres consecutivos con pérdidas, una racha que no se veía desde comienzos de 2011.

Preocupa sobre todo el crecimiento de la inflación en Alemania y en el conjunto de la zona euro, donde alcanza ya en ambos casos el 10 por ciento. El Banco Central Europeo se verá “obligado” a elevar de nuevo el precio el dinero drásticamente en sus próximos consejos del 27 de octubre y del 15 de diciembre. No ha gustado tampoco el deflactor del consumo privado de Estados Unidos, un indicador de inflación que monitoriza especialmente la Reserva Federal. Ha aumentado seis décimas, frente al aumento del 0,1 del mes anterior. Es un dato algo peor de lo que se esperaba y que abre la puerta también a nuevas subidas de tipos de interés en aquél país.

Hoy han reaccionado los bancos, Telefónica, las empresas acereras y las relacionadas con el turismo. Por el contrario han flojeado las eléctricas coincidiendo con el consejo de los ministros europeos de energía. La empresa de servicios de telecomunicaciones Ezentis, volverá a cotizar en Bolsa el lunes. La compañía presentó preconcurso de acreedores hace un mes por su elevada deuda.

En los demás mercados, en el lado bueno dentro de lo malo, se encuentran las compras masivas de bonos por parte del Banco de Inglaterra. Ha conseguido atajar la caída de la deuda británica y ha provocado la reacción de la libra esterlina, que se aleja de los mínimos históricos que marcó el lunes. También ha repuntado el euro, aunque sigue por debajo de la paridad con el dólar.

El petróleo ha terminado la semana muy plano en torno a los 86 dólares por barril. El próximo miércoles la OPEP y sus socios seguramente anunciarán un recorte en su producción. El precio del gas se ha tensado en los mercados internacionales tras los recelos y el nerviosismo que han creado las fugas que han aparecido en los principales gasoductos submarinos (Nord Stream 1 y 2) que unen Rusia con Europa por el fondo del mar Báltico. En algunos momentos ha llegado a superar los 200 euros por megavatio hora. Pese a este repunte puntual, el precio del gas se ha abaratado en más de un 40 por ciento desde los máximos históricos que marcó hace un mes. De hecho se encuentra en su nivel más bajo de los últimos dos meses.

Varios países, entre ellos Alemania, Francia y el Reino Unido, van a limitar el precio del gas. Además Bruselas quiere imponer restricciones al consumo en los horarios de mayor demanda. Muchos países europeos han cubierto ya el 90 por ciento de sus reservas de cara al invierno. Y Argelia, según los más optimistas, podría aumentar el suministro a España tras el cerrojazo que produjo la crisis entre ambos países por el apoyo del gobierno de la Moncloa al plan de Marruecos para el Sáhara. Y eso se deja notar. Naturgy, la antigua Gas Natural, está a punto de firmar un gran contrato con Argelia para el suministro de 4,5 billones de metros cúbicos, pero tendrá que soportar una subida del 200 por ciento en el precio. El megavatio hora se encuentra mucho más caro que hace un año, pero, pese a repuntes puntuales, ya ha comenzado a suavizarse.