María Jesús Valdemoros, sobre el freno económico por la baja inversión en I+D: "Más innovación significa más capacidad de pagar bien”
El país invierte la mitad que las grandes potencias europeas en innovación, un déficit que frena la productividad, la creación de empleos cualificados y los salarios

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Europa flaquea en su apuesta por la Investigación y Desarrollo (I+D), invirtiendo un 35% menos que potencias como Estados Unidos. En este contexto, España se sitúa por debajo de la media europea, con una inversión de apenas 460 euros por habitante, un déficit que, según la jefa de Economía de COPE, Marta Ruiz, lastra la productividad y el liderazgo del país.
El crecimiento económico actual se sostiene principalmente en el aumento de la población y no en una mejora de la eficiencia.
Un freno a la productividad y los salarios
Aunque la economía española crece, la productividad por ocupado a tiempo completo sigue por debajo de los niveles prepandemia, muy lejos de la media de la Unión Europea.
Países como Alemania o Austria destinan más del 3% de su PIB a innovación, el doble que España.
Según María Jesús Valdemoros, profesora del IES, estas naciones disfrutan de “una industria potente y empleos cualificados, productividades mucho más altas y salarios mejores”.

Científicos en un laboratorio
Más innovación significa más valor añadido y más capacidad de pagar bien"
La experta subraya que la relación es directa: “Más innovación significa más valor añadido y más capacidad de pagar bien”. Esta es la clave para transformar el modelo económico y mejorar la calidad de vida de los ciudadanos.
Las causas del atraso estructural
A pesar de que la inversión en I+D creció un 16% en 2023, según datos del INE, el punto de partida es extremadamente bajo. Matilde Mas, directora de proyectos internacionales del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (Ivie), identifica varios problemas estructurales que explican esta situación.

Científicos en un laboratorio
La especialización productiva en sectores tradicionales"
Entre las causas, Mas destaca la alta presencia de “mucha pequeña empresa”, lo que dificulta grandes desembolsos en innovación. A esto se suma “la especialización productiva en sectores tradicionales de bajo valor añadido” y, como problema adicional, “la baja formación de empresarios y trabajadores”.
El reto de las tecnologías emergentes
El análisis concluye que no solo es necesario invertir más, sino hacerlo de manera estratégica. El foco debe ponerse en tecnologías emergentes como el software y la biotecnología, en lugar de seguir reforzando los sectores ya consolidados, para dar un verdadero salto cualitativo en el modelo productivo español.
Bruselas avisa a España: la falta de innovación frena su potencial a largo plazo
Precisamente la Comisión Europea en un reciente informe sobre la economía española, subraya este ámbito como uno de los deberes pendientes de España. A pesar de las mejoras observadas en los últimos años, el Ejecutivo comunitario resalta que el país está por detrás de la media en la mayoría de los indicadores. "España tiene una buena base científica, pero esta excelencia científica todavía no ha conseguido mejorar la innovación", señala el informe.
Déficit de talento e inversión
La inversión en I+D, por ejemplo, es menor en España que en el resto de socios europeos. A nivel privado equivale al 1,49 % del PIB en 2023, frente al promedio del 2,24 %, mientras que la pública alcanza el 0,65 %, por debajo del 0,72 % del bloque.
A esto se suma un "déficit claro en talento innovador", según Bruselas. El número de graduados universitarios en ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) ha caído seis puntos en la última década y la tasa de investigadores contratados en empresas es la mitad del promedio comunitario.
En consecuencia, la tasa de solicitud de patentes es débil (1,1 % frente al 2,8 % de la UE) y la inversión en I+D se concentra cada vez más en un pequeño grupo de grandes firmas. Como resultado, solo aparecen once empresas españolas entre las 2.000 más inversoras del mundo, según datos de la propia institución para 2023.
Los brotes verdes y el camino a seguir
Frente a estos datos, el informe apunta a una serie de 'brotes verdes'. Entre ellos, destaca que el ecosistema científico español es "atractivo" para los investigadores, cuenta con "buenas tasas" de colaboración internacional y el porcentaje de publicaciones científicas españolas entre las más citadas del mundo se ha estabilizado cerca de la media de la UE.
Otro aspecto positivo es el "importante avance" en la adopción de tecnologías digitales por parte de las pymes, donde incluso superan a sus pares europeas. No obstante, aunque se avanza en análisis de datos, el país sigue por detrás en el uso de servicios de nube e inteligencia artificial.
Para corregir las debilidades, Bruselas considera que España "necesita una estrategia a largo plazo que movilice, coordine y oriente" la inversión pública y privada. La Comisión sugiere reducir la "pesada burocracia", apoyar la digitalización y facilitar la colaboración entre el sector privado y la comunidad científica para superar la fragmentación territorial que concentra la innovación en Madrid, Barcelona, Navarra y País Vasco.
Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.






