Pasito a paso, pero la Bolsa continúa subiendo el listón. De momento se ha plantado ya en los 8.000 puntos, cuando a mediados de marzo se movía por debajo de los 6.000. Hoy el índice Ibex 35 ha cerrado en 7.981 con alza de un 0,04 por ciento. En negativo Solaria, PharmaMar y Telefónica, mientras han subido con fuerza hoy IAG, Meliá y Arcelor.

Pero la estrella ha sido Repsol, que ha subido un 8 por ciento en el día y acumula ya una revalorización del 56 por ciento en lo que va de mes. Pese a esta recuperación, las acciones de la petrolera todavía pierden un 37 por ciento en el conjunto del año. Un año complicado en el que su cotización se ha movido entre los cinco euros y los 14.

Hoy ha cerrado entre Pinto y Valdemoro, en 8,33 euros por título. Repsol presentará su plan estratégico este jueves. Según su presidente, Josu Jon Imaz, este plan incluirá el pago de un dividendo atractivo en el periodo 2021-2025. La retribución al accionista es uno de los pilares de la estrategia de la compañía petrolera. Se espera que vuelva a pagar sus dividendos por completo en efectivo y que complete su retribución al accionista con recompras y amortizaciones de títulos. Repsol tiene previsto repartir un euro por acción con cargo a los resultados del ejercicio en curso. La empresa podría establecer un suelo mínimo de 0,60 euros por acción.

Los mercados creen que la Bolsa puede convertir pronto los niveles de resistencia en zonas de soporte. Para eso hace falta que el Ibex 35 consolide la zona de los 8.100 puntos y que luego avance hacia los 8.400. Por abajo el soporte más sólido si vienen mal dadas se sitúa en los 7.700 puntos. Los planes de vacunación contra el coronavirus han llevado en volandas a los mercados en las últimas sesiones y semanas. Se espera que a mediados de diciembre comience la vacunación de la población de Estados Unidos y quizá también de la europea.

La segunda ola de la pandemia de covid-19 ha impactado duramente en la economía. Los índices PMI que miden la actividad económica han confirmado los malos augurios. La actividad en el sector manufacturero se ha contraído de forma importante en el mes de noviembre. Europa está a punto de vivir una recaída, una nueva contracción después de la recuperación en el trimestre anterior. Las restricciones y los confinamientos con los que todos los países están luchando contra la pandemia de coronavirus han dejado actividad económica para el arrastre en el Viejo Continente.

Se ha deteriorado más el sector servicios que el manufacturero, aunque ambos han mostrado mucha debilidad en el mes en curso. Nadie olvida que la economía española tiene una gran exposición al sector turístico, que es el que más se ha deteriorado como consecuencia de la expansión de la pandemia.

En la mayoría de los países la caída de la actividad se ha producido a su ritmo más rápido desde hace más de diez años. El PMI compuesto (que mide conjuntamente la actividad industrial y la no manufacturera) ha pasado de los 50 puntos de octubre a los 45,1 de noviembre. Es su peor registro de los últimos seis meses. Los 50 puntos marcan la frontera entre la expansión y la contracción económica. Además, el empleo se ha reducido nuevamente en todos los sectores.

La parte buena es que la mayor parte de los gestores de compras creen que la economía estará mejor dentro de un año, una vez que las vacunas permitan un progresivo retorno a la normalidad. En Estados Unidos los índices PMI han sido mejores lo que se esperaba, lo que ha llevado a la Bolsa de Nueva York a la zona de máximos. El índice Dow Jones ha legado a superar a media tarde los 29.500 puntos.