En 9.404 ha quedado al cierre después de subir un 0,4 por ciento. Es una pequeña proeza (muy pequeña porque en enero la Bolsa superaba los 10.600 puntos) teniendo en cuenta que vuelve a aumentar la fricción entre las dos mayores economías mundiales.  Hoy los bolsistas han vuelto a mirar con interés –y con preocupación- hacia el enfrentamiento comercial entre Estados Unidos y China, que se ha convertido en el cuento de nunca acabar. Vuelven las amenazas, cuando hace pocos días el presidente Trump tendía la mano al gigante amarillo para reanudar las conversaciones y evitar un choque de trenes de grandes proporciones. Un choque que de producirse de frente y sin airbag nadie sabe cómo podría impactar sobre la economía mundial... pero no sería moco de pavo.

Ahora se tensa de nuevo la cuerda y EEUU insiste en su amenaza de imponer aranceles comerciales a productos chinos por más de 200.000 millones de dólares. China ya ha asegurado que no se quedará impasible y que puede pasar al ataque. La relación entre ambas potencias no es demasiado tranquilizadora, por mucho que hasta ahora las amenazas y los gestos hayan sido más numerosos que los golpes que efectivamente se han dado.  Como curiosidad, el presidente Trump ha inventado un nuevo término de su propia cosecha, que es el de “arancelar”. Ha señalado en un tuit que los países que no sean permeables a un acuerdo comercial justo “serán arancelados”.

Hoy en el parqué de la Bolsa ha brillado con luz propia Cie Automotive, que ha subido más de un 4 por ciento. Cie ha presentado un oferta por Inteva, un fabricante de techos para automóviles. Los inversores han dado por bueno este movimiento estratégico. 

También ha sido protagonista una empresa que no cotiza en Bolsa, aunque lo hizo. Se trata de Cepsa. El actual propietario de la petrolera, el fondo soberano de Abu Dabi, sacará a Bolsa en torno a un 25 por ciento del capital mediante una oferta de venta destinada únicamente a a inversores institucionales. La colocación podría alcanzar un monto superior a los 3.500 millones de euros. 

En cuanto a los frentes que van mejorando, o que por lo menos no van a peor, el Fondo Monetario Internacional y Argentina están avanzando en sus negociaciones, lo  que resta algo de hiel a la preocupación que genera la complicada situación del país del tango. Los inversores han tomado nota. Los bolsistas han tenido que digerir hoy también el dato de inflación de la zona euro, que se mantiene en el 2 por ciento. Se encuentra justo en el objetivo del Banco Central Europeo. Sin contabilizar el precio de la energía ni los alimentos no elaborados, la tasa se sitúa en el 1,2 por ciento y eso ya preocupa algo más.  
En el mercado de deuda, la prima de riesgo baja a 105 puntos, a la espera de las dos subastas de deuda que va a realizar esta semana el Tesoro español.  Mañana de letras y el jueves de bonos y obligaciones.