Entra en vigor la nueva tasa municipal de basura de Madrid: los barrios que pagarán más de 500 euros
En el caso de que la vivienda sea de alquiler, pueden surgir las dudas sobre quién debe pagar este nuevo impuesto

Montones de basura en la acera de Madrid
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El Ayuntamiento de Madrid empezará a girar los recibos de la nueva tasa de basuras a partir de septiembre. La medida, que afecta a más de 1,5 millones de viviendas y cerca de 1,4 millones de personas físicas, tendrá un precio medio de 140 euros anuales por vivienda, aunque la cifra variará de forma considerable en función del barrio.
Según explicó la delegada de Hacienda del Consistorio, el equipo de José Luis Martínez-Almeida no está de acuerdo con la medida, a la que tacha de “poco rigurosa”, pero la normativa entrará en vigor igualmente. La Ley 7/2022 de residuos obliga a los municipios de más de 5.000 habitantes a implantar este tributo, en cumplimiento de una directiva europea que busca alcanzar el 55% de reutilización y reciclaje para 2025.
Barrios con las cuotas más altas
Aunque la media se sitúa en 140 euros, algunos barrios de Madrid deberán abonar cantidades muy superiores. Aravaca, por ejemplo, alcanzará los 574 euros de media al año, mientras que zonas como Villaverde apenas pagarán unos 47 euros.

Contenedores llenos de basura en las calles de la ciudad de Madrid
El cálculo se realiza a partir de dos conceptos:
- Tarifa básica: corresponde al 81% del importe y depende del valor catastral del inmueble.
- Tarifa por generación: supone el 19% restante y se basa en los kilos de residuos producidos y el grado de separación de basuras.
Los barrios más generadores de desechos son Sol, Moncloa-Aravaca y Cortes, que encabezan el ranking con cifras que superan los 400 kilos por persona al año.
Cómo se calcula el recibo
Los vecinos con viviendas de menor valor catastral (menos de 42.800 euros) pagarán una tarifa básica de 34,53 euros. Por el contrario, quienes tengan inmuebles con un valor superior a 216.800 euros abonarán el 0,00099% del valor catastral.

Papelera negra con el símbolo de reciclaje al lado de la calle en Madrid
A esa cantidad habrá que añadir la tarifa por generación de residuos, que va desde seis euros para quienes produzcan menos de 130 kilos anuales, hasta 41,52 euros para los que superen los 500 kilos. También influirá el grado de reciclaje: un barrio que apenas separe residuos puede sumar hasta dos euros adicionales, mientras que uno con más del 90% de separación verá reducido su importe.
La recaudación prevista por el Ayuntamiento se eleva a 296 millones de euros, aunque habrá que restar los 40 millones que ya llegaban a las arcas municipales a través de la Tasa de Residuos Urbanos de Actividades (TRUA), que quedará derogada. El resultado neto se sitúa en 256 millones de euros.
Inquilinos frente a propietarios
Más sobre impuestos
Uno de los debates abiertos es quién debe asumir el pago en el caso de las viviendas en alquiler. En principio, la tasa corresponde al inquilino, ya que es quien disfruta del servicio de recogida de residuos. Sin embargo, los contratos firmados antes de la entrada en vigor de la norma no podrán ser modificados. En esos casos, será el propietario quien deba asumir el coste.
Para los nuevos contratos, la situación cambia: el importe debe aparecer reflejado en la documentación, de manera que quede claro que será el arrendatario quien lo abone. Este matiz ha generado dudas en muchos madrileños, en COPE te explicamos qué pasos deben seguir los vecinos cuando reciban la carta municipal.
De hecho, en otras informaciones de COPE Economía se recuerda que la obligación de pagar la tasa es general y que el plazo para cumplir con el tributo puede variar según el municipio. Además, portales como Mediodía COPE han recogido ya las quejas de vecinos que se enfrentan a facturas hasta cuatro veces más caras en comparación con otros barrios de la misma ciudad.
Qué supone para Madrid
El nuevo impuesto genera un doble impacto. Por un lado, permite al Ayuntamiento sufragar los costes de recogida, transporte y tratamiento de residuos sólidos urbanos. Por otro, supone un esfuerzo adicional para las familias madrileñas en un contexto de inflación y subida del coste de vida.
En algunos municipios españoles ya se venía aplicando un tributo similar, con importes que oscilan entre 30 y 120 euros anuales. En Madrid, la variación es mucho más amplia, lo que acentúa las diferencias entre barrios. Para quienes quieran evitar recargos innecesarios, COPE ha publicado una guía con los requisitos que deben cumplirse para no incurrir en el impago.
Lo que está claro es que septiembre marcará un antes y un después: la tasa de basuras de Madrid se convierte en obligatoria, y los recibos, que ya han comenzado a llegar a los buzones, reflejan las diferencias sociales y económicas de la capital.