El pasado miércoles 10 de agosto entraba en vigor el llamado plan de ahorro energético pese a las reticencias de varias comunidades y con multitud de dudas en torno al mismo. El apagado de escaparates y el ajuste de termostatos en espacios públicos -excepto en centros sanitarios y de formación y medios de transporte, entre otros- empezaba a aplicarse este miércoles.

Un paquete de medidas, que será complementado en septiembre por el Plan de Contingencia, y que busca reducir el consumo de energía en el contexto de la invasión rusa de Ucrania y contribuir a asegurar el suministro de gas -materia prima que también se utiliza para la producción eléctrica- en la Unión Europea para el próximo invierno.

Uno de los planteamientos es el límite al termostato en espacios públicos para que no queden por debajo de los 27 grados en verano ni superen los 19 en invierno. Una medida que debe aplicarse en edificios y locales de uso administrativo, comercial y de concurrencia pública, como teatros, cines, establecimientos de espectáculos públicos y actividades recreativas, estaciones de tren y autobús, y aeropuertos.

¿Ha bajado la demanda energética?

Siete días después de la entrada en vigor del 'Plan de choque de ahorro y gestión energética en climatización', ¿ha bajado la demanda energética, ha mantenido sus niveles o, por el contrario, ha aumentado? Expertos consultados por COPE aseguran que hasta ahora el ahorro con las medidas del Gobierno es mínimo, ya que su impacto está siendo insignificante.

En tan solo siete días, es poco realista y poco medible el impacto, teniendo en cuenta que estamos en el mes de agosto, un mes en el que la actividad industrial y económica desciende porque la mayor parte de españoles están de vacaciones y porque ha habido un puente de por medio, por lo tanto, hay menos demanda energética.

Juan Antonio Alonso, experto en consumo energético del ahorro, explica por qué es difícil comenzar a notar un descenso del consumo de energía: "El efecto del ahorro producido por la aplicación del Decreto no se va a notar en ningún medidor por decirlo de alguna manera de dimensión nacional, posiblemente los contadores individuales de los comercios, pues sí que puedan notar a nivel individual si han ahorrado o no han ahorrado pero a nivel global imposible".

Además, hay otros factores externos que también influyen como la climatología, en este caso vamos hacia la época en donde la demanda para la refrigeración y la calefacción es muy pequeña porque los meses de primavera y otoño es donde menos consumo hay, sin embargo, y según expertos de cara al invierno posiblemente sí se notaría si se es muy exigente con el cumplimiento sobre todo en los edificios de oficina.