Calefacción central en tu comunidad: la Ley de Propiedad Horizontal te permite cambiar el horario de encendido y apagado aunque tengas vecinos en contra

Mientras unos sienten frío, otros apenas lo notan. Esta disparidad no solo provoca debates en la oficina, también en las comunidades, donde los horarios y fechas de la calefacción central se pueden convertir en un asunto espinoso. Pero, ¿quién tiene la autoridad para encender el sistema?

Comunidad de vecinos en Madrid, imagen de archivo

María Bandera

Publicado el - Actualizado

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El termómetro siempre es motivo de controversia. Nunca llueve a gusto de todos y lo que para unos es frío para otros supone una temperatura agradable. Eso sucede en nuestro trabajo y también en las comunidades de vecinos, donde las fechas de encendido de la calefacción central y sus horarios pueden generar algunas tensiones. 

Aunque cada vez más viviendas dispongan de sistemas individuales de calefacción, todavía son muchas las que dependen de la calefacción central de su comunidad de propietarios.

En España no hay ninguna directriz clara sobre las fechas en las que se debe proceder a su encendido o apagado, si bien es cierto que, dependiendo de la zona climática en que nos encontremos, la calefacción suele encenderse entre octubre y noviembre y así hasta que se recobren las buenas temperaturas, alrededor de los meses de marzo o abril

Esto plantea varias preguntas: ¿quién decide cuándo se enciende el sistema de un edificio? ¿Qué horarios rigen durante el día? 

En los edificios con calefacción central, estas decisiones no dependen de cada vecino: es la junta de propietarios la que dicta tanto las fechas como los horarios, siguiendo lo que marca la Ley de Propiedad Horizontal. 

Y la pauta a seguir tiene que ser por votación por mayoría simple, ajustándose los intereses generales del edificio. En otras palabras, ningún propietario puede modificar los horarios por su cuenta y riesgo, solo se puede cambiar, si en una junta hay más votos a favor que en contra por parte de los vecinos presentes. 

El problema surge porque no existe un horario universal para encender la calefacción central. Lo más común —y también lo más eficiente— es que funcione durante la tarde y se apague al llegar la primera hora de la noche. Algunas comunidades deciden ponerla en algunas horas de la mañana, si bien se suele perder mucha energía ya que suele coincidir con las horas en las que las familias abren las ventanas para ventilar sus casas. 

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Piscina de una comunidad de vecinos

contadores individuales

Tal y como recuerda la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), desde el verano de 2020 una directiva europea exige que cualquier inmueble con calefacción central comunitaria tenga instalados sistemas de contadores individuales o repartidores de costes, de modo que el consumo se pueda individualizar y regularizar por vivienda. 

Según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), esta obligación afecta aproximadamente a 1,4 millones de viviendas. La fecha límite para cumplir con esta norma fue el 1 de mayo de 2023, aunque algunas comunidades autónomas pudieron establecer plazos diferentes.

Un medida con la que se pretende, tal y como explica la Comunidad de Madrid, “fomentar la eficiencia energética de los edificios y el ahorro de energía en los hogares, ya que la instalación de estos contadores permite repartir parte del gasto de acuerdo con los consumos de cada usuario y que así el usuario pueda pagar en función del uso individual que haga de su calefacción”.

En la misma línea, el Instituto para la Diversificación y el Ahorro de la Energía (IDAE) calcula que el ahorro energético total para los usuarios de instalaciones con reparto individualizado puede rondar el 30 %.

una tarifa más económica

Además de reducir las horas de calefacción diarias, para ahorrar en energía también debemos tener en cuenta la tarifa de gas que tenemos contratada. La Tarifa de Último Recurso (TUR), cuyo precio se ajusta trimestralmente por el Gobierno, sigue siendo la opción más recomendable, aunque haya registrado un aumento del 12 % hacia el final del año. Con esta tarifa regulada, un hogar promedio afrontará un gasto anual de unos 612 euros en calefacción

Esta cantidad sigue siendo notablemente más baja que las propuestas del mercado libre, que fluctúan con más intensidad según el precio del gas. Según Enrique García, de la organización de consumidores OCU, la diferencia es considerable y refleja la estabilidad que ofrece la tarifa regulada frente a la volatilidad del mercado.