El índice Ibex 35 ha cerrado en 8.774 puntos, con una tenue pérdida del 0,08 por ciento. El mercado ha vuelto grupas tras asomarse una vez más al balcón de los 8.800 puntos. Ese nivel redondo puntos se ha convertido en una zona de técnica de congestión importante, cuando hace poco no era más que una frontera “psicológica”. El poder hipnótico de los números redondos. Hoy la Bolsa habría presentado peor balance de no ser por el sólido comportamiento de algunos valores sueltos, como Inditex, Almirall, Cellnex o Fluidra. De hecho Inditex ha sido la estrella del día, con una subida cercana al 3 por ciento. La empresa dueña de la marca Zara cuenta con buenas recomendaciones de analistas. Algunos le atribuyen un potencial de revalorización del 30 por ciento.

En general preocupa la escalada de la inflación en medio mundo. Según el indicador que se ha publicado esta mañana, el IPC de Alemania ha crecido un 5,7 por ciento, mientras la inflación en el Reino Unido alcanza el 5,4 por ciento. Está reciente todavía el dato de inflación en el conjunto de la zona, que toca ya el 5 por ciento, mientras en Estados Unidos se ha disparado hasta el 7 por ciento. En España se encuentra en el 6,5 por ciento, su nivel más alto de los últimos 30 años.

Con estas cifras sobre la mesa, los analistas esperan que la Reserva Federal de un golpe de efecto y suba el precio del dinero con más intensidad de lo que se esperaba hasta ahora. Los mercados han descontado tres o cuatro subidas de un cuartillo de punto a lo largo de este año, comenzado en marzo. Y otras tres el año que viene. Sin embargo, en las últimas horas comienza a extenderse la impresión de que esa primera subida de marzo sea de medio punto. Una inflación tan desatada como la actual exige movimientos drásticos. La inflación amenaza con no ser tan pasajera y tal y como ha dicho en numerosas ocasiones el gobernador del banco central estadounidense, Jerome Powell Ya no utiliza esa palabra. Así que la Reserva podría apretar el paso. La próxima semana la Fed celebrará consejo de dos días que concluirá el miércoles. Los inversores esperan noticias casi con ansia.

La subida del petróleo, entre otros factores, mantienen la presión sobre los precios. La Agencia Internacional de la Energía cree que la oferta superará a la demanda, ya que los grandes productores pueden aumentar sus exportaciones. Arabia Saudí, Rusia y estados Unidos se preparan para incrementar su producción. Sin embargo, ayer la OPEP por el contrario,, dejó claro que espera un progresivo aumento de la demanda mundial de crudo y carburantes. Cree que superará este año los cien millones de barriles diarios, con lo que recuperaría los niveles anteriores a la pandemia.

Hoy el precio del crudo rebasa los 88 dólares por barril, que es su nivel más alto de los últimos siete años. Hace un mes se pagaba a menos de 80. Y hace un año apenas superaba los 50. Cada vez son más los analistas que esperan ver al oro negro este año por encima de los 100 dólares por barril.

Preocupa la crispación geopolítica. La posibilidad de que Rusia invada Ucrania ha encendido todas las luces rojas. Y preocupa la creciente tensión en los mercados de deuda pública de medio mundo. La rentabilidad de los bonos de Estados Unidos a diez años han alcanzado su nivel más alto de los últimos 24 meses. Han llegado a tocar el 1,9 por ciento, a la espera de que pronto comiencen a aumentar los tipos de interés en EEUU. Las obligaciones españolas a diez años ofrecen una rentabilidad del 0,70 por ciento, mientras el “bund” alemán ha salido de los rendimientos negativos. Llevaba casi tres años con rentabilidades inferiores a cero. Esta tarde su rentabilidad es del 0,01 por ciento. En las divisas, el euro baja hasta 1,1330 dólares, frente al cambio de 1,14 de hace un par de días. Y en las “criptos” el Bitcoin continúa por debajo de 42.000 dólares.