El índice Ibex 35 cierra el viernes en 7.984 con una pérdida del 1,25 por ciento. La semana bursátil se ha saldado con un descenso del 0,6 por ciento. En lo que va de año la caída acumulada roza el 8,5 por ciento. Las Bolsas se han tambaleado en estos últimos días. Hoy el múltiple vencimiento de opciones y futuros ha lastrado un poco más al mercado. Pero el detonante último de la inestabilidad de la Bolsa ha sido y es el IPC de Estados Unidos, que se publicó el martes. La inflación subyacente se ha disparado en aquél país hasta el 6,3 por ciento.

La Reserva Federal encontrará en estos datos motivos más que suficientes para seguir subiendo el precio del dinero de forma drástica. Cada vez más analistas se atreven a pronosticar una subida de todo un punto en su próxima reunión del día 21. Los analistas del Deutsche Bank creen que la Reserva no parará hasta dejar su tipo de referencia en el 5 por ciento. La amenaza de la recesión está cada vez más presente. La Bolsa de Nueva York opera esta tarde con recortes extendidos.

A este lado del charco, el IPC de la zona euro no ha gustado. Ha sido tan malo como se esperaba, con un registro del 9,1 por ciento. Se ajusta al indicador adelantado que se publicó hace dos semanas. La tasa subyacente alcanza el 4,3 por ciento, lo que mantiene la presión sobre el BCE para que siga con mano dura en su política monetaria. La agencia de calificación de riesgos S&P revisa hoy su “rating” de la deuda soberana de España.

Solo han subido los bancos en el conjunto de la semana. Se benefician por las subidas de tipos de interés, mientras han flojeado las empresas energéticas. El sector trata de calibrar el efecto del nuevo impuesto temporal que ultima la Comisión Europea. Bruselas quiere recaudar 140.000 millones de euros en un año con un gravamen del 33 por ciento sobre los beneficios extraordinarios que proceden de los combustibles fósiles (petróleo, gas y carbón).

La Comisión Europea estudia poner un tope de 180 euros por megavatio hora para las energías renovables. Las llamadas inframarginales, es decir la eólica, la biomasa, la solar y la nuclear. Es un tope que los analistas consideran razonablemente elevado y que es positivo para las empresas renovables de España.

Debilidad también en las empresas hoteleras y las relacionadas con el turismo. Como referencia, la ocupación hotelera en Estados Unidos ha superado en septiembre los niveles que tenía en 2019, antes de la pandemia. Es un dato seguramente extrapolable a España y a otros grandes destinos turísticos mundiales.

En el mercado de divisas siguen muy débiles la libra esterlina, el yuan chino y el yen japonés, mientras el euro recupera la paridad con el dólar. Pero por los pelos. El repunte del euro suaviza la factura energética. El gas y el petróleo se pagan en dólares en los mercados internacionales. Hoy el petróleo baja hasta 92 dólares por cada barril de crudo del Mar del Norte, cuando esta misma semana ha llegado a superar los 95.

Menor actividad supone menor demanda de carburantes, así que seguirán bajando los precios si no se producen acontecimientos inesperados en el ámbito geopolítico. En las criptomonedas el Bitcoin vuelve a perder los 20.000 dólares. Se ha depreciado cerca de un 50 por ciento en el conjunto de los últimos doce meses.