Los inversores han dejado pasar el día sin pena ni gloria, a la espera del plan de estímulo económico que presentará hoy el presidente entrante de Estados Unidos, Joe Biden. Podría anunciar nuevas y multimillonarias inversiones en infraestructuras, mayores ayudas a las empresas, así como un aumento de los pagos directos a los ciudadanos. En cualquier caso, las Bolsas europeas ya cotizarán mañana las noticias que lleguen desde Washington. De momento, antes del anuncio del nuevo inquilino de la Casa Blanca ha subido ligeramente la rentabilidad del bono a diez años, hasta el 1,11 por ciento, ha bajado el oro, también ligeramente, ha repuntado Wall Street y se ha fortalecido la divisa estadounidense. Esta tarde el euro se cambia por poco más de 1,21 dólares. Paralelamente, hoy comienza a moverse la maquinaria del segundo “impeachment” al presidente saliente, Donald Trump. Estados Unidos ocupa la pista central del interés de los mercados financieros.

En el campo macro, se ha publicado un muy mal dato de peticiones de subsidios por desempleo. La semana pasada 965.000 estadounidenses pidieron una ayuda tras perder su puesto de trabajo. Es una cifra muy superior a la que se esperaba. El viernes se publicaron las cifras de paro en aquél país. La tasa se mantiene en el 6,7 por ciento. Lo malo es que la economía estadounidense destruyó en diciembre 140.000 puestos de trabajo no agrícolas. Se esperaba que se hubieran creado cerca de 100.000.

A este lado del Atlántico, el PIB de Alemania se ha contraído un 5 por ciento en el ejercicio 2020. Se esperaba una caída algo mayor incluso. De todas formas es su mayor retroceso en los últimos 12 años. La economía china sigue reactivándose a buen ritmo. Las exportaciones han crecido un 18,1 por ciento y un 6,5 las importaciones.

Los inversores más optimistas apuestan por una fuerte mejora de la economía a lo largo de este año, con el consiguiente incremento de los beneficios empresariales, sin que por ello los grandes bancos centrales tengan excesiva urgencia por comenzar la retirada de sus medidas de estímulo. Esperarán a tener constancia de un aumento de la inflación. Sin embargo, los expertos de BBVA Research se muestran algo más cautos. Han rebajado su anterior estimación de crecimiento del PIB español en 2021 en cinco décimas, hasta el 5,5 por ciento. Creen que la expansión de la pandemia y las medidas de confinamiento van a restar fuerza a la economía en el primer trimestre del año. Para el trimestre anterior, el último del año 20, BBVA Research estima una tímida mejoría del PIB de apenas un 0,1 por ciento. Espera la recuperación más fuerte en 2022, con un crecimiento del 7 por ciento.

El índice Ibex 35 ha cerrado en 8.372 puntos, con una tímida subida del 0,14 por ciento. Han subido, entre otros, IAG, Inditex, Meliá Hoteles, Aena, Repsol y el Banco Sabadell. Han flojeado el resto de los bancos y Telefónica, que ayer se disparó un 10 por ciento tras anunciar la venta de Telxius, su filial de torres de telecomunicaciones, a American Tower por 7.700 millones de euros. Obtendrá una plusvalía de 3.500 millones que destinará a reducir deuda. Hoy las acciones de Telefónica han bajado un 2,8 por ciento, hasta 3,83 euros. Con una tibia ganancia ha cerrado Supermercados Dia, tras conocerse que sus ventas han crecido un 5,6 por ciento en el cuarto trimestre, hasta 1.688 millones de euros.

Los mercados, como trasfondo, están atenazados por la preocupante expansión de la pandemia y, en segundo plano, por la crisis política en Italia. Con dos millones de fallecidos por coronavirus en todo el mundo y con la inminencia de nuevas restricciones y confinamientos no queda mucho margen para el optimismo. Pese a todo, el mercado descuenta que a mediados de este año ya estará vacunada buena parte de la población de Europa y Estados Unidos. Al menos la población de riesgo, el colectivo sanitario, las residencias de mayores y gran parte de las personas de más edad.