Hoy los inversores han agradecido el movimiento que anunció anoche por sorpresa el Banco Central Europeo. Ha puesto sobre la mesa  un nuevo programa de emergencia por  750.000 millones de euros destinados a comprar bonos públicos y corporativos. Esta cantidad debe sumarse a los programas que ya están en marcha.  En total, el BCE va a inyectar este año en el sistema más de un billón de euros. Las medidas son drásticas porque la preocupación en grandes.
El instituto alemán IFO estima que el PIB del país puede contraerse un 6 por ciento este año como consecuencia de la pandemia de coronarivus. Si el escenario fuera menos desfavorable de lo que se teme, la economía alemana se contraería tan solo un 1,5 por ciento.  De momento, el índice de confianza empresarial que elabora este organismo ha mostrado su mayor caída desde el año 1991. Ha pasado de 96 puntos a una lectura de 87,7. Es su nivel más bajo desde agosto del año 2009. Además han empeorado las expectativas. La economía alemana parece abocada a una severa recesión.
Además el Banco de Inglaterra, también por sorpresa, ha rebajado hoy el precio del dinero hasta el 0,10 por ciento y ha incrementado su programa de compra de bonos en 200.000 millones de libras, hasta 645.000 millones. El pasado día 11 ya había recortado su tipo de interés de referencia en medio punto, hasta el 0,25 por ciento.
El índice Ibex 35 ha subido un 1,93 por ciento, hasta 6.395 puntos. No ha habido una gran celebración, pero menos es nada. Han tirado del mercado Indra, Amadeus, los bancos y Telefónica, que ha mejorado un 7 por ciento. En negativo, de nuevo, la aerolínea IAG, que no levanta cabeza.
La Bolsa de Nueva York, que ayer volvió a detener durante quince minutos las operaciones para evitar el pánico, hoy opera con tanta inestabilidad como tibieza.  Cuando la caída del índice S&P 500 supera el 7 por ciento, la negociación se detiene durante quince minutos.  Si la pérdida supera el 13 por ciento, el mercado se detiene otro cuarto de hora. Finalmente, si la caída alcanza el  20 por ciento, el mercado cerraría durante el resto de la sesión hasta el día  siguiente. La Bolsa de Nueva York ha prohibido la operativa presencial en el parqué de Wall Street. La negociación se realizará solo por sistemas informáticos, lo que no tendrá influencia ni repercusión alguna en el funcionamiento del mercado.

La Bolsa de Madrid, por su parte, ha restringido a partir de mañana la entrada al edificio de la Plaza de la Lealtad a visitantes y periodistas para luchar contra el coronavirus. Esta medida tampoco tendrá repercusión alguna sobre la operativa bursátil.
En el mercado de deuda se ha moderado la prima de riesgo de España. Ha pasado de  los 150 puntos que llegó a tocar ayer a los 107 puntos de hoy. El rendimiento del bono a diez años baja desde el 1,37 hasta el 0,90 por ciento.

El Tesoro ha alcanzado hoy sin problemas los 5.000 millones de euros que espera captar en la subasta del día. Ha aumentado la rentabilidad de las obligaciones con vencimiento a diez años tras las medidas de emergencia que anunció ayer el BCE. Ha pasado del 0,169 al 0,715 por ciento. El rendimiento de los bonos a tres años ha pasado del menos 0,416 al 0,077 por ciento. Además el Tesoro ha colocado papel a siete años al 0,473 por ciento y títulos a 13 año al 0,827 por ciento. Se ha encarecido por tanto el coste de financiación de la tesorería pública respecto a la subasta anterior. 

En próximas subastas el Tesoro contará con la complicidad del BCE y su multimillonario programa de compras de bonos, algo vital ya que en las nuevas circunstancias parece que se quedará corta la emisión neta de 32.500 millones que barajaba el Tesoro para este año. El BCE garantiza la compra de al menos 72.000 millones de euros en deuda española.
El petróleo reacciona, ha subido hoy cerca de un 10 por ciento,  pero sigue en zona de mínimos de los últimos 18 años. Se paga a 27 dólares por barril. En el mercado de divisas, el euro cae con fuerza. Se cambia por  1,07 dólares. La libra esterlina, tras la decisión del Banco de Inglaterra, ha bajado hasta 1,17 dólares y 1,09 euros.  Es el cambio más bajo de la moneda británica desde el año 1995.