El Museo de Mallorca expondrá un busto de Augusto del yacimiento de Pollentia

El Ministerio de Cultura y Deporte ha adquirido por 250.000 euros el busto de mármol del emperador Augusto hallado en el siglo XVI en el yacimiento arqueológico de la ciudad romana de Pollentia, en Alcúdia, y lo ha destinado al Museo de Mallorca que lo expondrá próximamente.

La obra, de gran relevancia histórica, ha sido adquirida para las colecciones estatales, ha informado la Conselleria de Fondos Europeos, Universidad y Cultura en un comunicado.

La escultura de mármol del primer emperador romano fue encontrada en el siglo XVI en el yacimiento arqueológico de Pollentia. Desde el siglo XVIII hasta la actualidad, la obra ha formado parte de la colección del Marqués de Campofranco, y se conservaba en el Casal de Can Pueyo, en Palma. En 2015 fue declarada bien de interés cultural (BIC).

La cabeza, de tipo velado, fue realizada en los años 30-20 a. C. y está considerada uno de los retratos más relevantes de Augusto en el inicio de su actividad política. En aquellos momentos, acababa de vencer a Marco Antonio y a su aliada Cleopatra en la batalla de Actium en el 31 a. C. y empezaba una nueva etapa como emperador.

Este tipo de retratos combinan la iconografía que enaltece la energía y heroicidad del emperador, con los valores cívicos y religiosos representados por el velo, para poner de relieve el carácter pacificador y cohesionador cultural del Imperio romano.

El rostro muestra una expresión inquieta y enérgica y, por su tamaño y algunos elementos de ensamblaje, se deduce que, aunque fue trabajada aparte, estaba encajada en un cuerpo de tamaño natural formando una estatua imperial togada completa.

La escultura, que estuvo emplazada en un lugar público de la ciudad de Pollentia, tenía un marcado carácter oficial y es testimonio de la rápida adhesión de los hispanos al nuevo régimen político romano.

La pieza, comprada por 250.000 euros, ha sido adscrita al Museo de Mallorca, museo estatal cuyo personal está transferido al Govern y que gestiona el Consell de Mallorca.

Según la Conselleria, esta adquisición supone un notable enriquecimiento de las colecciones públicas españolas debido a la importancia de la obra y, en particular, para las del Museo de Mallorca, donde se expondrá.

Con la compra, el Gobierno incorpora así a las colecciones estatales un importante legado de la presencia romana en el Mediterráneo, y en concreto, en Baleares.