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Magdalena Tsanis
Cuando a Fernando Méndez-Leite le operaron a corazón abierto en las Navidades de 2020, nada más despertar se puso a repasar la lista de películas de 20th Century Fox de 1955. Era su modo de comprobar que todo seguía bien ahí arriba, explica el director, guionista, crítico y actual presidente de la Academia de Cine en el documental "La memoria del cine".
La anécdota permite hacerse una idea de lo que realmente es Méndez-Leite (Madrid, 1944), un "friki" del cine, como dice su hija Clara en la película dedicada a su trayectoria, dirigida por Moisés Salama y que se preestrenó anoche en el Cine Doré de Madrid, sede de Filmoteca Española.
También deja entrever su sentido del humor y ambos factores pueden explicar los largos y cálidos aplausos que le dedicaron anoche compañeros de profesión de distintas generaciones que llenaron la sala, desde Carmen Maura, María Barranco o Mónica Randall a Nathalie Poza, Vicky Luengo, Manuel Martín Cuenca o Mariano Barroso.
Él cuenta que le habría gustado dirigir cuatro o cinco películas al año, como Raoul Walsh, pero la vida le llevó por otros derroteros y solo consiguió rodar, con dificultad, una, "El hombre de moda" (1980), aunque también dirigió series como "La Regenta" (1995) -el gran proyecto de su vida- y programas culturales en televisión en las décadas de los 70 y 80.
Nunca se le dio bien venderse, se justifica, pero sí templar gaitas y tal vez eso torció su destino. Mientras las carreras de compañeros suyos como José Luis Cuerda, Fernando Colomo, Fernando Trueba o el propio Almodóvar comenzaban a despegar, él se encontraba dirigiendo el Instituto de Cinematografía (1986-1988), por encargo de Javier Solana, entonces ministro de Cultura.
Y cuando en 1994 se creó la Escuela de Cine de Madrid (ECAM), su nombre fue el primero que salió para la dirección, cargo que ostentó hasta 2011 y que compaginó, entre otras cosas, con el comité de dirección del Festival de Málaga.
EL CINE, UNA PASIÓN DE INFANCIA
Por motivos que nunca tuvo del todo claros, Méndez-Leite fue criado por sus abuelas hasta los 9 años y ellas le inculcaron el amor por el cine. Su primera película fue "Bambi", tenía tres años y lloró tanto que pensó que no quería volver nunca a un cine; pero volvió, vio "Hablan las campanas" (1949) y se produjo el flechazo.
A su infancia se remonta su pasión por confeccionar cuadernos con recortes y fotos de películas y su afición de programar sesiones inventadas de las que deja constancia por escrito, un hábito que ha seguido cultivando como adulto, según atestigua perpleja su compañera sentimental, la actriz Fiorella Faltoyano.
Entre los siete y ocho años pudo haber visto, dice el propio Méndez-Leite, unas 128 películas. Cuando sus padres quisieron llevárselo de vuelta, se encontraron con un niño para ellos raro y lo internaron en un colegio para chicos con discapacidades mentales.
Mejor recuerdo guarda Méndez-Leite de su paso por el Colegio del Pilar, donde empezó a escribir sobre cine en una revista estudiantil y a programar de verdad. Después estudió Derecho, pero le aburría y en los años 60 empezó su tarea como crítico y a viajar a festivales de cine, a conocer a muchos de sus ídolos, entre ellos Eric Rohmer, su favorito.
Se matriculó en la Escuela Oficial de Cinematografía, donde coincidió con José Luis García Sánchez, Elías Querejeta o José Luis Cuerda, antes de que todos ellos fueran expulsados. Con Cuerda escribió un par de guiones que nunca llegaron a filmar, pero no son los únicos. En el documental muestra varios más que guarda en colecciones de carpetas apiladas en su casa, junto a miles de DVD que forran las estanterías.
García Sánchez, Héctor Alterio, Carmelo Gómez, Manuel Gutiérrez Aragón, Antonio Resines, José Sacristán, Aitana Sánchez Gijón, Miguel Rellán, Ana Belén o Carmen Maura son algunas de las voces que participan en la película.
A ésta última le dedicó Méndez-Leite un documental, ¡Ay, Carmen! (2018) y ella desvela en "La memoria del cine", con su gracia natural, que durante un tiempo fueron algo así como "novios".
También rodó El Productor, sobre Elías Querejeta (2005) y La corte de Ana sobre Ana Belén (2020), quien asegura que si algo le gusta al presidente de la Academia, además del cine, es la música y cantar.
A veces lo hacía durante sus clases en la ECAM y no descarta Méndez-Leite que sus tarareos de la banda sonora de "Psicosis" dejaran huella en una generación de directores como Paco Plaza o Rodrigo Sorogoyen.