Marina Alberti: "Cuando se trabaja con familiares siempre es muy emocional y doloroso"

Inés Morencia

La productora Marina Alberti, que se ha estrenado como directora con el corto "Aitana", con el que concursa en la sección de cortometrajes de la Seminci, ha afirmado que cuando se trabaja con familiares "siempre es algo muy emocional y doloroso".

En una entrevista con EFE, la nieta del poeta Rafael Alberti y de la escritora María Teresa León, ha desvelado que le costó mucho tomar la decisión de ponerse detrás de la cámara y, también convertirse en la coprotagonista de este trabajo que fue presentado en la Mostra, en el país donde suis abuelos vivieron varios años de exilio.

Según ha señalado Alberti, "la proyección en Venecia fue emocionante" porque es un certamen "muy importante" para ella y para su pareja, José Alayón, responsable del guion junto a Marina, del montaje y la fotografía de "Aitana", pero estar en Valladolid también ha sido "muy bonito".

Aunque su motivación fue, en primera instancia, la figura de su abuela, María Teresa León, puesto que siempre le "impactaron" sus textos, cuando empezaron a filmar vieron que la atención debía desviarse hacia Aitana, su madre "porque había un trasfondo universal" en la historia.

Marina se convierte en "una hija obsesionada por la desmemoria de su madre -que también afectó a su abuela (Teresa León)- y, buscando en sus recuerdos, se evocan tiempos pasados", de una manera tremendamente generosa, puesto que quiso evitar "ese discurso que ella había construido, al ser una figura pública desde pequeña".

"No encontraba el distanciamiento que pensaba que requería cuando estaba montando el corto, y aunque siempre hay cosas que cambiaría, creo que hemos conseguido algo sincero, que sirvió como un ejercicio de memoria para mi madre, pero también para mí y para mi hija, de cara al futuro", ha comentado.

Gracias a "Aitana" ha podido conocer más a su madre, acercarse "de otra manera", a través de su vejez, porque aunque han mantenido una relación muy estrecha, le ha permitido verla desde otro prisma, lo que resultó "difícil y duro", ya que fue, de alguna manera, "una forma de dejarla ir".

Marina Alberti tiene claro que el exilio de sus abuelos "fue una historia que vivieron muchas personas, tanto los que se fueron como los que sufrieron un exilio en su propio país, pero no hay una espina clavada en el plano personal ni es malo recordar, porque el pasado enseña y es importante aprender de él", ha añadido.

Ahora está centrada en la producción de dos largometrajes pero ya ha iniciado "un incipiente desarrollo para un largometraje de ficción", que le apetece mucho, y que supondrá otro salto en su carrera como directora, que asume con ganas e ilusión.