La directora alemana, María Speth, ha retratado el funcionamiento de un espacio de libertad y diversidad cultural en una escuela de un pueblo fundado por los nazis durante la segunda guerra mundial en el documental El profesor Bachmman y su clase, que compite en la sección Albar del Festival Internacional de Cine de Gijón.

La película se desarrolla en Stadtallendorf, un pueblo de unos 20.000 habitantes a unos 120 kilómetros de Fráncfort que aún conserva los vestigios de las construcciones de los años 40 del siglo pasado que se levantaron en torno a una antigua fábrica de municiones que alimentó la maquinaria bélica del nazismo.

En ese lugar es donde el profesor Dieter Bachmman, un veterano maestro de provincias, desarrolla una nueva forma de enseñanza a niños migrantes de distintas edades y países, muchos de los cuales ni siquiera hablan alemán.

La personalidad del maestro y su novedosa pedagogía inspiraron la película, que ha ganado el Oso de Plata del Jurado en la Berlinale y ha sido nominado a Mejor Documental en los premios del Cine Alemán 2020 y del Cine Europeo 2021.

Bachmman enseña a sus alumnos, originarios de Marruecos, Turquía, Rusia, Bulgaria, Rumanía y Brasil, a tocar instrumentos musicales y a cantar canciones en alemán con un método respetuoso con la libertad y las diferencias culturales, ha explicado la directora.

Rodado con un equipo de apenas cuatro personas, dos cámaras y varios micrófonos en el interior del aula, el documental muestra en 217 minutos la evolución de los niños a medida que avanza el curso escolar.

La directora ha destacado el trabajo previo realizado en el lugar durante seis meses como un elemento esencial para ganarse la confianza de los niños y conseguir que interactuaran con naturalidad durante el rodaje.

Speth ha dicho que la primera vez que visitó Stadtallendorf quedó sorprendida por los restos de la arquitectura industrial del nazismo y se preguntó cómo se puede vivir en un sitio como este.

El pueblo es como una burbuja sin nada alrededor, con una fábrica metalúrgica y otra de chocolate, y una población en la que ocho de cada diez habitantes son migrantes que sobreviven con dificultades.

Al principio, el profesor no estaba en el foco de la película, pero luego su fuerte personalidad y el trabajo que estaba realizando provocó un cambio del esquema original, ha destacado la cineasta en la rueda de prensa previa al estreno en Gijón.

Speth conoció a Bachmman cuando intentó poner en escena la obra de teatro Romeo y Julieta con alumnos de esa escuela en un proyecto que no prosperó por falta de financiación, pero que fue el germen del documental.