Investigan un grupo de asteroides y, meses después, descubren que uno de ellos cambiar la vida en la Tierra sin impactar en ella: un 4% de posibilidades
Este asteroide no tiene ninguna posbilidad de impactar contra nuestro planeta... pero sí contra la Luna, lo que podría causar una catástrofe

Este asteroide podría provocar problemas en la Tierra
Madrid - Publicado el
4 min lectura
Aunque la mayoría de nosotros asocia el peligro de los asteroides con el impacto directo en la Tierra, los científicos llevan décadas advirtiendo que los verdaderos riesgos del espacio son mucho más complejos. La humanidad vive rodeada de satélites, estaciones espaciales y una creciente actividad en la órbita terrestre, lo que ha elevado la preocupación por cualquier evento que pueda alterar este delicado equilibrio.
Aunque la mayoría de nosotros asocia el peligro de los asteroides con el impacto directo en la Tierra, los científicos llevan décadas advirtiendo que los verdaderos riesgos del espacio son mucho más complejos. La humanidad vive rodeada de satélites, estaciones espaciales y una creciente actividad en la órbita terrestre, lo que ha elevado la preocupación por cualquier evento que pueda alterar este delicado equilibrio.

Este asteroide podría causar problemas serios en la Tierra
EL ASTEROIDE 2024 YR4 Y LA AMENAZA QUE PUEDE SUPONER
En diciembre de 2024, astrónomos detectaron un nuevo asteroide bautizado como 2024 YR4. En un primer momento, la noticia pareció tranquilizadora: no hay riesgo de que impacte contra la Tierra. Sin embargo, meses después, nuevas simulaciones revelaron una posibilidad mucho más inquietante. El asteroide, que tiene un tamaño de entre 53 y 67 metros —similar al del famoso evento de Tunguska en 1908—, tiene un 4% de probabilidades de chocar contra la Luna en el año 2032.
Esto puede parecer un problema menor, pero los investigadores advierten que ese posible impacto tendría consecuencias dramáticas para nuestra civilización… sin necesidad de tocar la Tierra.

Ilustración artística de un asteroideAsteroide 2024 YR4
Si el 2024 YR4 golpeara la superficie lunar, el choque generaría una explosión equivalente a unas 6,5 toneladas métricas de TNT, creando un cráter de aproximadamente un kilómetro de diámetro. Lo más preocupante, sin embargo, no es el cráter en sí, sino la enorme cantidad de escombros que se liberarían en el espacio: unos 100 millones de toneladas.
De todo ese material expulsado, hasta el 10% podría ser atraído hacia la Tierra en cuestión de días. Y lo más peligroso es que esos fragmentos serían lo suficientemente pequeños y veloces como para poner en riesgo a miles de satélites que orbitan nuestro planeta, especialmente los situados en la Órbita Baja Terrestre (OBT), donde se encuentra la mayoría.
Las comunicaciones, la navegación GPS, la meteorología e incluso la seguridad aérea y marítima se verían afectadas si impacta en la Luna
los meteoros que podrían caer sobre la tierra
Actualmente, más del 90% de los satélites operativos están en la OBT. Si una nube de escombros espaciales los alcanza, podría causar daños acumulativos, reducir su vida útil y afectar servicios esenciales como las comunicaciones, la navegación GPS, la meteorología e incluso la seguridad aérea y marítima.
Según el estudio liderado por Paul Wiegert, físico y astrónomo de la Universidad de Western Ontario, el flujo de partículas generado por el impacto superaría hasta 1000 veces el flujo natural de meteoros que atraviesan nuestra atmósfera. Eso significaría que, en apenas unos días, nuestros satélites experimentarían el equivalente a una década de desgaste por impacto de microfragmentos.
Uno de los mayores temores de los expertos espaciales es el llamado síndrome de Kessler: un escenario en el que una colisión en el espacio genera una reacción en cadena de destrucción de satélites, multiplicando los escombros y haciendo cada vez más inestable la órbita terrestre. Aunque este escenario extremo aún está lejos, el impacto del 2024 YR4 podría suponer un paso preocupante en esa dirección si no se toman precauciones.
Además del riesgo para los satélites, los expertos recuerdan que en los próximos años habrá más misiones tripuladas en la órbita lunar, así como posibles bases en su superficie. Si el impacto ocurre, estas instalaciones también podrían verse amenazadas por la lluvia de escombros, cuya trayectoria dependerá de la zona exacta donde choque el asteroide.

La luna se vería prácticamente destruida por este asteroide
La buena noticia es que todavía hay margen para actuar. En 2028, el asteroide pasará cerca de la Tierra, lo que permitirá a los científicos observarlo con más detalle y afinar sus cálculos. Cuanto mejor se conozca su órbita, más precisa será la estimación sobre un posible impacto lunar y sus consecuencias.
Este caso pone de manifiesto una realidad cada vez más urgente: la necesidad de una vigilancia constante del espacio cercano a la Tierra. No basta con detectar los asteroides que pueden chocar directamente con nosotros. También hay que entender los efectos colaterales de otros impactos, como los que podrían alterar el entorno orbital de forma peligrosa.
El asteroide 2024 YR4 no golpeará la Tierra, pero su posible colisión con la Luna podría tener efectos devastadores. Hoy, la probabilidad es solo del 4%. Pero en un mundo cada vez más conectado por satélites, incluso un pequeño riesgo puede convertirse en una gran amenaza.