Álvaro Fernández, farmacéutico: “Utilizar esponja en la ducha no es bueno, son perfectas para que crezcan las bacterias y facilita que se produzcan infecciones. Es mejor usar este método”

Con la llegada del otoño, y casi más del invierno, llegan también un montón de situaciones típicas de estas fechas: el frío, más horas metidos en casa, el cambio al horario de invierno y, por supuesto, las gripes y los catarros. Es normal que, durante esta época, vayas donde vayas escuches alguna tos, un estornudo suelto o veas algún termómetro marcando unas décimas de más. Cuidado, porque el próximo puedes ser tú.   

Son molestias que pueden hacernos pasar una semana realmente desagradable en cama o, si la cosa se complica, incluso llevarnos al hospital. Y es que las gripes estacionales y los resfriados no tienen nada de bueno, así que conviene mimar nuestro cuerpo para evitar caer enfermos, y evitar todo contagio posible.

Porque sí, en el ambiente circulan todo tipo de virus, y eso hace que contagiarse sea mucho más sencillo que en otros momentos del año. Si estás entre quienes no se han vacunado o aún no pueden hacerlo por su grupo de edad, es especialmente importante que te cuides para reducir al máximo las posibilidades de infección.

Porque sí, a veces somos nosotros mismos los que provocamos nuestras infecciones. Si no, que se lo digan a este farmacéutico.

La esponja en la ducha es mejor evitarla  

Puede parecer mentira, pero en un intento por limpiarte y librarte de infecciones, puedes provocarlas. Y esto es, precisamente, por el uso de la esponja en la ducha. Pero vamos por partes.   

Quizá eres de los que, cuando se mete a la bañera, tiene que ducharse sí o sí con una esponja. Es blandita, propicia que se genere más jabón y te da la sensación de que te estás limpiando mucho y muy bien.

Pero, ¿sabes que puede ser más perjudicial que beneficiosa? Es lo que cuenta Álvaro Fernández, un farmacéutico que está detrás de Farmacéutico Fernández, que cuenta solo en TikTok con casi 4 millones de seguidores.

Él mismo explicaba que usar esponja en nuestros baños no es la mejor opción para la salud. “No utilizo una esponja porque con la esponja realizas demasiada fricción, y eso desgasta y desprotege más la piel por el exceso de erosión. Es decir, eliminan más células de las que tocan” decía este profesional.

Además, al ser un elemento que guardamos en el baño, es foco de infecciones. “Se guardan a buena temperatura y están llenas de células muertas, lo que es perfecto para que crezcan las bacterias y eso facilita que se produzcan determinadas infecciones” aclaraba el farmacéutico.

Por eso, recomendaba que se utilice otro método: la mano con agua y jabón. “Tampoco es bueno el exceso de jabón, con retirar el sudor y una ligera exfoliación, ya tendrás una piel sana y evitarás el olor” sentenciaba.

 El frío, ¿es el culpable de resfriarnos?  

Durante mucho tiempo hemos tenido instalado en nuestro imaginario que el frío es el culpable de que nos cojamos resfriados y gripes durante el invierno. Pero, ¿es eso exactamente así?   

Esto es algo que viene a desmentir Álvaro Fernández, más conocido en sus redes sociales como Farmacéutico Fernández y, sí, por supuesto, su profesión es la de farmacéutico, como su propio nombre indica.

Él empezaba a contar que son muchos los seguidores que le preguntan por qué cuando empieza de verdad el otoño, son muchos los que empiezan a caer en cadena y a enfermarse. Muchos creían que se trataba del frío y, sin embargo, él asegura que eso no es así.

“El frío no resfría, y tampoco produce gripe. Lo que produce la gripe y el resfriado son los virus, pero sí que hay ciertas cosas que hace el frío que favorece la transmisión de los virus” explicaba este farmacéutico.

Primero, explicaba que este tipo de virus tienen cierta preferencia por el frío, por lo que es más común encontrarlos en esta época del año, ya que sobreviven más tiempo al aire libre cuando es invierno.

“El frío reseca las mucosas de la nariz y la garganta, principal vía de entrada de este tipo de virus, y como no hay mocos que los atrapen, tienen más fácil penetrar en tu organismo” decía este experto.

Además, explica que es más común, durante la época de frío, que tus defensas estén más bajas y tener más virus. Por no hablar, por supuesto, de que en invierno estamos más tiempo en espacios cerrados que favorecen la proliferación de virus.

Así pues daba el siguiente consejo: “si quieres evitar contagios, ventila las habitaciones, mantén fortalecidas tus defensas, hidrata tus mucosas y ponte mascarilla si eres sintomático”.