A partir del 1 de julio, las comunidades con ascensores en España deberán adaptarse a unanueva normativa para garantizar la seguridad de los dispositivos, con especial atención a aquellos con más de 30 años de servicio.

El plan busca mejorar la seguridad, eficiencia y accesibilidad

La normativa exige medidas como protección contra movimientos incontrolados, cortinas fotoeléctricas en las puertas automáticas, nivelación mejorada y comunicación bidireccional en cabina.

“Se introducen requisitos para mejorar la eficiencia energética y la accesibilidad para personas con movilidad reducida”

Se destaca la importancia de la documentación técnica y se establecen inspecciones regulares con diferentes frecuencias según el tipo de edificio.

Las empresas mantenedoras deben detener el funcionamiento de los ascensores con defectos graves y comunicarlo de inmediato.

La nueva normativa, aprobada mediante el Real Decreto 355/2024, busca mejorar la seguridad, eficiencia y accesibilidad de los ascensores en España.

Se imponen requisitos más estrictos en los sistemas de control y mecanismos de emergencia, con la implementación de tecnologías avanzadas para una monitorización en tiempo real.

Esto facilitaría una respuesta más rápida ante posibles incidencias, aumentando la seguridad de los usuarios.

“Los ascensores a los que se les tenga que implantar teléfono y un sistema para medir el peso de la carga tendrán un coste por debajo de los 2.000 o 2.500 euros”, explica Jordi Serrats, vicepresidente del Gremio de Ascensores de Cataluña.

Además, se establecen normas más rigurosas respecto al consumo energético de los ascensores, exigiendo sistemas de tracción más eficientes y modos de espera con menor consumo energético.

Esto contribuirá significativamente a la reducción del consumo energético en los edificios equipados con ascensores.

Las inspecciones técnicas se harán con intervalos de 2, 4 o 6 años

La normativa también enfatiza la accesibilidad para todas las personas, incluyendo aquellas con movilidad reducida.

Se requieren modificaciones en las dimensiones internas de las cabinas y en los sistemas de comunicación y controles para garantizar la seguridad y comodidad de todos los usuarios.

“En los edificios públicos las revisiones se harán cada dos años y en los edificios de más de cuatro plantas cada seis. En el resto de ascensores las revisiones serán cada cuatro años”

Otro aspecto importante es la trazabilidad de la documentación técnica, que debe estar disponible para la Administración y las empresas de mantenimiento. Se requiere que las empresas mantenedoras sigan un plan de mantenimiento conforme a la norma UNE 58720 y registren todas las actuaciones de mantenimiento de manera detallada y exhaustiva.

Las inspecciones periódicas obligatorias deben realizarse con diferentes frecuencias según el tipo de edificio, con intervalos de 2, 4 o 6 años.

Las empresas mantenedoras tienen la responsabilidad de detener el funcionamiento de cualquier ascensor que presente defectos graves durante las inspecciones y comunicarlo de forma inmediata a la industria y al titular del ascensor.