Junto con otros organismos de la Unión Europea, la Organización Mundial de la Salud reclama a los gobiernos nacionales y municipales instalar medidas para reducir la contaminación acústica debido a que las ciudades son cada vez más ruidosas.

Dentro de la Unión Europea, las ciudades que tienen más de 100.000 habitantes están obligadas a informar de sus niveles de contaminación acústica mediante mapas de ruido.

Las mujeres y las personas mayores son quienes más sufren

Según la OMS, el ruido puede causar y agravar enfermedades, incluso provocar la pérdida auditiva. La contaminación acústica afecta a la salud y al bienestar diario de las personas.

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Un estudio revela que el 35% de la población experimenta estrés y ansiedad a causa del ruido, especialmente las mujeres y personas de 35 a 49 años. Además, el ruido interfiere con la concentración y causa problemas auditivos, como zumbidos.

Aproximadamente el 20% de los catalanes están expuestos a ruidos fuertes en sus puestos de trabajo. El ruido afecta tanto al trabajo como al ocio.

El impacto del ruido al dormir es significativo, tres de cada cuatro españoles tienen dificultades para dormir a causa del ruido, especialmente las mujeres y las personas mayores.

"Afecta a la calidad del sueño, el rendimiento laboral y la salud en general"

Este problema puede incluso contribuir a problemas cardiovasculares a largo plazo.

La contaminación acústica hace mella en la salud mental

La salud mental también se ve afectada. Uno de cada tres españoles ha experimentado irritabilidad, ansiedad y agresividad a causa del exceso de ruido.

En respuesta, varias asociaciones han instado a los ayuntamientos a hacer cumplir las normativas para reducir el ruido en los entornos residenciales y mejorar así la calidad de vida de las personas.

“No hay que pasar de los 85 decibelios, a partir de los 100 podemos tener lesiones directas. Lo recomendable es no subir de los 65”, indica Galindo.

Refiriéndose a 85 decibelios como el equivalente al ruido que puede hacer una moto de 49 centímetros cúbicos, si este ruido es continuo, puede dañar las células ciliadas internas, es decir, las células encargadas de la detección del sonido en el oído interno.

Por otro lado, 65 decibelios es el similar a una conversación de cafetería.

¿Qué es un acúfeno?

Un acúfeno es un sonido que solamente oye uno mismo, es decir, un zumbido, un pitido o un ruido que solamente percibimos en nuestro entorno, nadie más lo oye.

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Los acúfenos pueden aparecer por lesiones del oído externo, malos hábitos posturales, estrés o trastornos circulatorios y metabólicos, como por ejemplo, hipertensión, diabetes, colesterol...

“Los acúfenos nos avisan de que tenemos una lesión en el oído interno. Generalmente, cuando salimos de la discoteca o cuando explota un petardo cerca de nosotros, el acúfeno se agrava”, explica Galindo.