En un hito sin precedentes para la región, el Gobierno de Cantabria ha sellado un trascendental pacto de apoyo al sector ganadero. Este lunes, en la sede del Ejecutivo, la presidenta María José Sáenz de Buruaga, junto a los representantes de las nueve organizaciones ganaderas de Cantabria, formalizó un acuerdo que promete impulsar la sostenibilidad y proteger a los productores frente a los desafíos de la nueva Política Agraria Común (PAC).

El pacto contempla una inversión inicial de 3 millones de euros en ayudas directas para paliar el impacto negativo de la PAC en su primer año de implementación. Esta partida extraordinaria se distribuirá entre los ganaderos de la región, beneficiando a unos 3.000 productores. La presidenta expresó su confianza en que los beneficiarios puedan comenzar a percibir esta ayuda a partir de la primera quincena de mayo, una vez que se apruebe el correspondiente decreto.

En una rueda de prensa posterior a la firma, Sáenz de Buruaga destacó la importancia de este acuerdo sin precedentes, calificándolo como "justo, equilibrado y bueno para todos". Además de compensar las pérdidas derivadas de la PAC, el pacto busca proteger al sector de la "hiperprotección" del lobo, un aspecto crucial para los ganaderos cántabros.

Los representantes de las organizaciones ganaderas, por su parte, agradecieron al Gobierno por alcanzar un acuerdo consensuado, aunque recalcaron que este es solo el comienzo. Advirtieron que seguirán exigiendo más acciones y compromisos para asegurar el bienestar y la viabilidad del sector.

Varias líneas de actuación

Entre los compromisos del pacto, se establece un estudio sobre el impacto del primer año de la PAC y la revisión de la planificación financiera para garantizar fondos adicionales en caso de déficit. Asimismo, se acordó poner fin a los retrasos en el pago de las ayudas de la PAC, estableciendo un calendario de pagos que beneficiará a unos 4.000 ganaderos con una partida de 10,6 millones de euros.

El documento también contempla medidas para mitigar los daños causados por la fauna, especialmente por el lobo, y para indemnizar los perjuicios ocasionados por la enfermedad hemorrágica epizoótica. Se prevé una estrategia para el control de enfermedades emergentes, así como un plan de fomento de la ganadería que reconozca su importancia económica, social y medioambiental.

En el ámbito medioambiental, el pacto enfatiza la importancia de la contribución de las explotaciones ganaderas a la biodiversidad. Por ello, se contempla una revisión de las ayudas por servicios ambientales para las explotaciones extensivas en zonas de presencia del lobo en Cantabria. Se destinarán nuevos fondos para este fin y se priorizará el pago de expedientes atrasados en esta línea de ayudas, así como de indemnizaciones por daños causados por la fauna.

Además, el acuerdo incluye medidas para hacer frente a los desafíos sanitarios que afectan al sector ganadero. Se establece un aumento en la partida presupuestaria destinada a la póliza del seguro para daños producidos por la fauna, así como la habilitación de partidas presupuestarias para indemnizar los daños ocasionados por la enfermedad hemorrágica epizoótica. El Gobierno de Cantabria se compromete también a fomentar una estrategia ante el Ministerio de Agricultura para el control de enfermedades emergentes.

Presente y futuro

Mirando hacia el futuro, el pacto prevé la elaboración de un plan de fomento de la ganadería que reconozca su importancia económica, social y medioambiental. Este plan buscará definir nuevas oportunidades de desarrollo para el sector, con especial énfasis en la producción de carne y la recría.

Los firmantes del acuerdo se comprometieron a llevar a cabo un seguimiento riguroso de su cumplimiento, así como del cumplimiento de la ley de Calidad Alimentaria. Este seguimiento se realizará en la mesa regional agraria y en las mesas sectoriales, garantizando la transparencia y la efectividad de las medidas acordadas.

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Este histórico pacto representa un paso significativo hacia la protección y el fortalecimiento del sector ganadero en Cantabria, asegurando un futuro más estable y próspero para los productores de la región. La colaboración entre el Gobierno y las organizaciones ganaderas abre nuevas perspectivas para un sector vital en la economía y el tejido social de la región.