¿Ha cambiado nuestra manera de relacionarnos? Lejos quedaron las primeras citas en persona para conocerse. Las nuevas generaciones se conocen a través de redes sociales y aplicaciones dedicadas exclusivamente a encontrar el amor.

Elena Arderius Sánchez, directora del Centro de Acompañamiento Integral de la Familia Universidad Francisco de Vitoria, analiza en ‘TRECE al día’ las dificultades ante las que nos encontramos: “Estamos en un modelo donde resulta más fácil llegar a esas personas, pero uno de los riesgos fundamentales es no conocer la identidad de la persona. Estamos abocados a manifestar nuestro modo de relacionarnos. Hay personas que dan ‘like’ a otra, pero en persona tienen problemas serios de relacionarse porque no tienen habilidades sociales”, puntualiza Elena.

Estas aplicaciones te muestran un perfil: una fotografía y una información básica (lugar de residencia, aficiones…) y, si estos datos son del agrado del usuario, comienza una conversación. En redes y aplicaciones para encontrar pareja raramente existe la timidez, todos mostramos aquella persona que nos gustaría ser, pero… ¿Qué sucede cuando llega el momento de verse en persona?: “Cuesta más llegar a conocer al otro porque en los perfiles donde se oculta tu verdadero yo. Es una dificultad grande que se tiene ahora. Todo puede ser una oportunidad de romper barreras, pero no se puede perder el foco de qué esperamos de las siguientes citas”, explica Elena mientras valora la importancia que tiene el ir descubriendo al otro de una forma genuina: “En el fondo es muy bonito el ir conociendo al otro, es un respeto ir poco a poco entrando en la intimidad y también el respeto a uno mismo. En consulta nos encontramos a personas que no saben relacionarse y quedan con otras personas, semanalmente, a través de la app por sus propias heridas y sus propias dificultades”.

¿Cómo podemos ayudar, o ayudarnos, si somos conscientes de que el uso que se está dando no es correcto?: “El uso del teléfono móvil incita a eso porque en un clic estás muy conectado y te vas desenganchando. Si ves que tu hijo deja de salir por estar en el móvil, el primer paso sería hacer un uso controlado del dispositivo”.

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