Inés y Fernando son un matrimonio que vive en Madrid. Tienen tres hijos de 8 años, 5 años y 7 meses. Ella es neumóloga en el Hospital Rey Juan Carlos de Móstoles y, cuando llegó la pandemia del coronavirus su fuerte sentido de la vocación profesional la llevó a comprometerse en la lucha en primera línea contra el COVID-19. Así es como lleva semanas jugándose la vida para curar y para acompañar a otros.

Dice que lo que ha vivido es tremendo, pero que en el proceso ha contado "con una persona fundamental" que para ella ha sido su "héroe" durante esta época y sin el que no podría haber hecho su parte. Habla, por supuesto, de su marido, Fernando, al que le tocó vivir la lucha desde casa, encargándose de cuidar a los tres hijos del matrimonio, ya que los dos esposos decidieron que lo más prudente era que Inés se mudara temporalmente para evitar un contagio en la familia.

"Ha sido algo increíble, una aventura", cuenta Fernando, "estoy muy orgulloso del trabajo que ha heho Inés, del trabajo que ha hecho en estos días tan duros y en todo lo que ha visto". Además, señala que "los que de verdad han sido unos héroes han sido nuestros tres hijos, Paula, Jesús y Beatriz, que me lo han hecho muy fácil. Se han portado muy bien y son unos auténticos campeones".

Inés cuenta que "ha sido una situación excepcional y dramática", pero que "gracias a Dios, más tranquila no podía estar al saber que dejaba a mi familia con mi marido". Ambos esposos reconocen que todo ha sido "muy duro", pero Fernando se queda con la "experiencia tan enriquecedora" de haber tenido "la rara oportunidad de convivir con mis hijos tantos días las 24 horas del día".