No deja de ser sintomático que haya tardado 10 meses el presidente del Gobierno un hospital por primera vez. Además, en una de las comunidades que más ha sufrido, la Comunidad de Madrid. Lo ha hecho casi a escondidas, aprovechando la ausencia de Ayuso.

Lo de la colaboración debe ser solo para los discursos. Todo eso es sintomático, de una manera de hacer en la que el presidente cae más a menudo. Estar al margen y no pisar la calle. Aquello del síndrome de la Moncloa que afecta a los presidentes en la segunda legislatura. Como Sánchez que está en su segunda legislatura pero de 3 años, no de ocho.