El revuelo que ha provocado la salida de la portavocía del Grupo Popular en el Congreso, de Cayetana Álvarez de Toledo, ha dejado en un segundo plano mediático el reto y movimientos que ha hecho Pablo Casado al frente del Partido Popular, y hay uno que es especialmente relevante: el ascenso a portavoz nacional del partido de José Luis Martínez-Almeida.

Ya veremos cómo se traduce eso después en la Organización del PP de Madrid, pero así a bote pronto lo que destaca es que debe ser un candidato dudosa la Alcaldía se ha convertido en la cara visible del partido en toda España. Almeida ha desarrollado una acción política muy similar, salvando las distancias de tiempo y de país, de Rudolph Giuliani, después de los atentados del 11S.

Ha mostrado cercanía a los ciudadanos, ha estado con ellos, ha sido empático, y a logrado cuajar grandes acuerdos en el Ayuntamiento con todos los grupos que se sientan en el Consistorio. Ha convertido una gran y terrible crisis en una oportunidad política para su carrera.