Isabel Celaá pide seguir la senda de las santas Doctoras de la Iglesia para "trabajar sin desmayo por la paz"

La Embajadora de España en la Santa Sede ha celebrado su primer acto público junto a los organizadores del congreso dedicado a las mujeres Doctoras de la Iglesia

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Isabel Celaá ha celebrado este martes, 8 de marzo, el primer acto público como Embajadora española en la Santa Sede, días antes de presentar sus cartas credenciales ante el Papa Francisco, el próximo 18 de marzo.

Ha sido en la Embajada española en el Vaticano, junto a los organizadores del Congreso dedicado a mujeres Doctoras de la Iglesia, que ha organizado la Universidad Católica de Ávila.

Un congreso que ha servido para conmemorar el reciente cincuenta aniversario del doctorado de Catalina de Siena y de Teresa de Jesús (1970), además de los 400 años de la canonización de la santa oriunda de Ávila (12 de marzo de 1622), junto con el 25 aniversario del doctorado de Teresita de Lisieux (1997) y el décimo de Hildegarda de Bingen (2012).

A este grupo de mujeres doctoras de la Iglesia, se le suman las Patronas de Europa proclamadas por Juan Pablo II en 1999, Teresa Benedicta de la Cruz (Edith Stein), Brígida de Suecia y la ya mencionada, Catalina de Siena.



“Es para mi un honor acogerlos a todos ustedes en el Palacio de España con ocasión del congreso y más aún hoy, Día de la Mujer, en el que recordamos también a todas esas mujeres que con gran sufrimiento están arrastrando a sus hijos y a sus maletas por el centro de Europa huyendo de la guerra y de la muerte”, ha comenzado su intervención Celaá.

“Qué coincidencia para este día en el que celebramos la grandeza de esas mujeres europeas santas, todas ellas. Quiero felicitaros por esta iniciativa que nos recuerda el mensaje siempre renovador y actual de estas mujeres santas”, ha precisado la Embajadora.

“Sufren en el centro de Europa despidiendo a sus maridos y dejando atrás sus vidas que ya eran complejas en la normalidad, pero que ahora la miran atrás como si hubieran tenido el cielo en la tierra, hacia un abismo de consecuencias impredecibles”, ha agregado.

La embajadora ha reivindicado a estas santas en un momento de “tanta tristeza para el mundo que se enfrenta de nuevo al horror de la guerra”, ya que afirma que sus ejemplos “nos invita a trabajar sin desmayo por la paz y la estabilidad entre los pueblos”.

En este sentido, la exministra de Educación en el Gobierno de Pedro Sánchez, ha elogiado la figura de Teresa de Ávila, al ser la primera mujer proclamada doctora de la Iglesia por el Papa Pablo VI, el 27 de septiembre de 1970: “Esta primacía honra a España. ¡Qué grande, qué única, que humana y atrayente es esta figura!, decía Pablo VI. La luz del título doctoral pone de relieve la evidencia de la doctrina. La doctrina de Teresa de Ávila brilla por los carismas de la verdad, la fidelidad, la fe católica y la utilidad para la formación de las almas”, recalcaba Isabel Celaá, haciendo suyas las palabras del Papa italiano hace más de medio siglo.

Asimismo, la Embajadora de España en el Vaticano destacaba la sabiduría como otro carisma de Teresa de Ávila, “que recuerda el aspecto más atrayente y al mismo tiempo más misterioso del doctorado de Santa Teresa, que es el influjo de la inspiración divina en esta escritora”.

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