El Papa León XIV a los equipos sinodales: "Que la Iglesia camine con la humanidad y lleve en su corazón el eco de sus preguntas"

El Pontífice, ante una plaza de San Pedro llena de peregrinos por el Jubileo de los equipos sinodales ha defendido una Iglesia abierta a las preguntas, aunque éstas pongan "en crisis nuestra enseñanza"

El Papa en el Jubileo

Vaticano

El Papa en el Jubileo

Rodrigo Simón Rey

Madrid - Publicado el

3 min lectura

Las preguntas, la apertura de la Iglesia a las mismas, la convivencia del ente eclesial con las dudas, las cuestiones, las inquietudes de la humanidad ha sido el tema en el que se ha querido centrar León XIV en su discurso ante los peregrinos que han acudido a Roma por el Jubileo de los equipos sinodales que se celebra durante el fin de semana.

El Papa ante los peregrinos

El Papa ante los peregrinos

"¡Cuántas preguntas ponen en crisis nuestra enseñanza! Preguntas de los jóvenes, de los pobres, de las mujeres, de quienes han sido silenciados o condenados por ser diferentes de la mayoría. Estamos en un tiempo bendecido: ¡cuántas preguntas! La Iglesia se convierte en experta en humanidad si camina con la humanidad y lleva en su corazón el eco de sus preguntas", aseguró el Pontífice. Prevost quiere hacer referencia directa a esas preguntas incómodas que se dirigen desde todos los rincones humanos a la fe, a la Iglesia. Preguntas que pueden poner en jaque lo que la Iglesia ha buscado enseñar a sus fieles, lo que se ha querido transmitir, pero que no por ello deben ser ignoradas, sino al contrario, la Iglesia debe aprender a convivir con las mismas, a abrazarlas, a tratar de incluirlas en su seno. No necesariamente responderlas, porque las preguntas de un carácter tan existencial, espiritual y profundo, no siempre se pueden o se tienen que responder y, eso también hay que aceptarlo.

La enseñanza de Nicola Cusano

Nicola Cusano, Nicolas Von Kues o Nicolás de Cusa, dependiendo de la traducción de su nombre que se prefiera, fue un religioso alemán que vivió durante el siglo XV. El Papa ha querido referirse a su historia, a su ejemplo, para explicar cómo enfrentarse a las preguntas que no se pueden responder. El siglo XV fue un siglo muy convulso para la Iglesia, con el Cisma de Occidente ocurrido hace muy poco tiempo, sus consecuencias seguían salpicando al clero y a Roma. Los Estados Pontificios de la época cabalgaban entre su vocación divina y la perversión humana de la guerra, el enfrentamiento entre las potencias, la política y la corrupción. la Iglesia, la fe y el catolicismo estaban amenazados tanto desde fuera, como desde dentro.

Nicola Cusano

Nicola Cusano

Así, Nicola Cusano, cardenal y diplomático de confianza del Papa Nicolás V, vivió una época convulsa, de división, en la que imaginar unidad, parecía imposible. Aun así, su discernimiento, su esperanza basada en el rezo, su autoconsciencia como ser ignorante, le llevó a creer con fervor en la humanidad: "Comprendía que hay opuestos que hay que mantener juntos, que Dios es un misterio en el que lo que está en tensión encuentra la unidad. Nicolás sabía que no sabía y por eso comprendía cada vez mejor la realidad. ¡Qué gran don para la Iglesia! ¡Qué llamada a la renovación del corazón! He aquí sus enseñanzas: hacer espacio, mantener juntos los opuestos, esperar lo que aún no se ve", decía el Papa.

La paciencia se entrelaza con la esperanza

Esperar es no saber. No tenemos ya las respuestas a todas las preguntas. Pero tenemos a Jesús. Seguimos a Jesús”, aseguraba el Papa, directamente apelando a la resurrección a tavés del ejemplo, del precedente de Jesucristo, que nos debe servir de aprendizaje para valorar que aun no vemos y por eso esperamos, por eso exploramos y por eso creemos.

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