McElroy, primer obispo de Estados Unidos que llega a cardenal sin pasar por una archidiócesis o la curia

El único purpurado estadounidense en el próximo consistorio está considerado el líder intelectual del sector de obispos más alineado con el Papa Francisco

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El octavo consistorio del Papa Francisco para la creación de 21 nuevos cardenales en agosto ha deparado grandes sorpresas. Más de las habituales, habría que decir. Todos los analistas subrayan la evidente voluntad del Santo Padre de edificar una Iglesia más «católica» (universal), participada por nuevos purpurados de las llamadas «periferias», algo que no es nuevo. Se ha advertido también, y muy acertadamente, sobre la preeminencia esta vez de los pastores asiáticos, con electos de India (dos), Singapur, Timor Oriental, Mongolia y Corea del Sur. Seis de los 21 nombresanunciados el pasado domingoproceden en efecto de Asia, más que de ningún otro continente. Se trata en su mayoría de pastores jóvenes y de largo recorrido. William Seng Chye Goh, de Singapur, cumple este mes 65 años; Anthony Poola, de la India, tiene 60; Virgilio do Carmo da Silva (Timor Oriental), hará en noviembre 55; y el italiano Giorgio Marengo (Mongolia) cumple este 7 de junio unos «insultantes» 48.

Entre los 16 nuevos electores hay también cuatro europeos y un norteamericano, pero de los cinco, dos —el inglés Arthur Roche y el español Fernando Vérgez— son cardenales de curia. Sin embargo, arzobispos de sedes de la talla de París, Milán o Los Ángeles han vuelto a quedarse fuera de la lista.

El caso de esta última archidiócesis ilustra a la perfección las maneras de proceder de Francisco y el tipo de pastor que busca. Con sus 11,3 millones de habitantes (cuatro millones de ellos, católicos), Los Ángeles es la mayor de las 33 archidiócesis y 159 diócesis de Estados Unidos. Tiene más de un millar de sacerdotes y unos 1.500 religiosos y religiosas. Desde mediados del siglo XX, todos sus arzobispos han recibido la birreta y el anillo cardenalicios de manos del Papa: James Francis McIntyre (1948-1970) en 1953, Timothy Manning (1970-1985) en 1973, y Roger Mahony (1985-2011) en 1998.

Hasta hoy.

Porque esta vez el tren también ha vuelto a pasar de largo para su actual arzobispo, el latino José Horacio Gómez. Y eso que Gómez, de 70 años y miembro del Opus Dei, es el presidente en ejercicio de la Conferencia de Obispos Católicos (USCCB).

En lugar de al arzobispo Gómez, Francisco va a crear cardenal al obispo de una de las cinco diócesis sufragáneas de su metrópoli: Robert Walter McElroy, titular de San Diego, también en California. McElroy se convertirá en agosto en el primer obispo estadounidense que llega a la púrpura sin ser arzobispo o un alto funcionario de la Curia.

Auxiliar de Cordileone en San Francisco

McElroy tiene 68 años y pastorea San Diego desde 2015. Llegó allí procedente de la archidiócesis de San Francisco, donde había sido obispo auxiliar desde su nombramiento en 2010, por Benedicto XVI, para el ministerio episcopal. Allí trabajó durante un tiempo junto al actual arzobispo Salvatore Cordileone, el prelado que acaba de anunciar la negación de la Eucaristía en esa jurisdicción a la presidenta de la Cámara de Representantes, la católica demócrata Nancy Pelosy, a causa de sus manifestaciones públicas y actuaciones legislativas en favor del aborto.

El nuevo cardenal estadounidense, sin embargo, ve las cosas de una manera muy distinta al combativo Cordileone. Y su promoción está relacionada, sin duda, con su papel en la polémica que ha dividido a aquel episcopado en la cuestión del acceso a la Eucaristía de los políticos católicos, en la que tuvo que intervenir la Santa Sede a través de la Congregación para la Doctrina de la Fe que preside el cardenal Ladaria.

«McElroy ha sido reconocido durante mucho tiempo como el líder intelectual entre los obispos de Estados Unidos. Es el Newman [cardenal John Henry Newman] de Estados Unidos», ha escrito en el National Catholic Register el periodista Michael Sean Winters, que lo considera «el líder intelectual de los obispos más alineados» con el Papa y subraya que sus escritos «son vistos por algunos como una de las mejores aplicaciones de las enseñanzas» del Vaticano II.

Decimosexto cardenal de Estados Unidos en el colegio

Nacido en San Francisco el 5 de febrero de 1953, McElroy tiene una sólida formación. Antes de estudiar Teología con los jesuitas en Berkeley, obtuvo una licenciatura en Historia en la Universidad de Harvard. Posee, además, sendos doctorados: uno en Teología Moral en la Universidad Gregoriana, y otro en Ciencias Políticas en la Universidad de Stanford. Fue ordenado sacerdote de la archidiócesis de San Francisco en 1980, ejerciendo a continuación durante tres años como secretario personal del entonces arzobispo de esa sede, John R. Quinn, su gran valedor, ya fallecido. Fue el Papa Francisco quien el 3 de marzo de 2015 le confió la responsabilidad de la diócesis de San Diego.

Cuando a finales de agosto el Santo Padre le entregue el anillo y la birreta, McElroy se convertirá en el decimosexto cardenal de los Estados Unidos en el colegio de cardenales. Unirá sus nombres, así, a los de Burke, Cupich, DiNardo, Dolan, Farrell, Gregory, Harvey, O´Malley y Tobin (todos ellos electores), y a los de Mahony, Maida, O´Brien, Rigali, Stafford y Wuerl, que han sobrepasado ya los ochenta años de edad y han perdido su derecho a voto en el cónclave.

El día del consistorio, en cualquier caso, se podría producir una situación realmente embarazosa si su paisana, la congresista Pelosi, católica y de San Francisco como él, decidiese encabezar la delegación de autoridades que acudan a Roma y comulgar.

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