Los ataques a la libertad religiosa, una constante en el mundo de hoy que golpean a millones de personas

Ayuda a la Iglesia Necesitada ha presentado este lunes, 24 de mayo, una nueva campaña para ayudar a los países en África golpeados por la violencia, los asesinatos a cristianos y los desplazamientos forzosos. Mientras en 2020 la pandemia de la covid-19 paralizaba al mundo entero y daba un vuelco radical a nuestras vidas, África hacia frente además a un Vía Crucis estremecedor: el terror y la violencia de los terroristas islámicos.

Aprovechando la “distracción” de los gobiernos africanos, centrados en la gestión de la crisis sanitaria, han aumentado sus ataques a lugares de culto y afianzado sus estructuras territoriales, con el fin de establecer un “califato transcontinental”. Los cristianos son objetivo claro de los extremistas islámicos en muchos países de este “continente de mártires”.

Los datos del Informe son claros: en 62 países del mundo sobre 196 se viola de forma sistemática la libertad religiosa. En 36 de ellos son países donde se discrimina en la vida social, en el acceso al trabajo, en la educación. En 26 países sufren persecución y se llega hasta el secuestro y el asesinato. El dato es demoledor, en 1 de cada 3 países no se respeta la libertad religiosa.

La situación en África

En África el cristianismo está muy perseguido y los cristianos son obligados a huir, pero en otras zonas del planeta no falta el odio a la fe contra las personas y contras los lugares de culto. El Informe Libertad Religiosa en el Mundo 2021, que se presentó hace un mes, mostraba un empeoramiento de la libertad religiosa y un claro retroceso en el mundo. Un 42% de los países africanos viola la libertad religiosa y en 12 de los países la persecución es extrema.

En ningún lugar del mundo han sido asesinados tantos sacerdotes, religiosos, laicos comprometidos como en África en los últimos tres años. 6,3 millones de personas se han visto obligadas a huir y a perder absolutamente todo, para poder salvar sus vidas.

En Burkina Faso, país donde el 60% del territorio se ha hecho inaccesible para la población debido a que los yihadistas y grupos locales se han hecho con el poder sembrando el terror entre la población civil, bien sea musulmana u cristiana. Nigeria es el país más letal para los cristianos en el mundo, un país donde el grupo Boko Haram se ha extendido por todo el país. En la República Democrática del Congo se ha establecido el Daesh desde el año 2019 y se está produciendo un gran desplazamiento hacia otros países. En Mozambique es el último gran objetivo del yihadismo. Allí un grupo alineado con el Daesh ha lanzado una insurgencia, se ha hecho con el control del puerto y ha proclamado el califato.

Las agresiones a personas, a símbolos religiosos y a templos alcanzan un nivel preocupante. Además, algunos gobiernos suman medidas aún más restrictivas para las celebraciones litúrgicas que las impuestas por el coronavirus, coartando la libertad de culto y discriminando a los creyentes católicos.

La situación en Europa

También en el viejo continente no faltan los ataques a la fe y a los lugares de culto. Aunque la religión católica resulta ser la más practicada, ha habido durante los últimos años una repentina escalada de violencia hacia iglesias y personas relacionadas con el mundo de la fe.

Según el Observatorio del Patrimonio Religioso de París, más de dos monumentos cristianos son atacados diariamente, donde más de la mitad de los incidentes terminan en profanación. El presidente de este Instituto, Edouard de Lamaze, ha advertido de la progresiva escalada de violencia que hace desaparecer un edificio religioso cada dos semanas.

Desde que la Catedral de Notre-Dame quedó dañada por el terrible incendio ha aumentado la hostilidad contra la religión. Dice el comunicado: “Aunque los monumentos católicos todavía están por delante, en Francia se erige una mezquita cada 15 días, mientras que un edificio cristiano se destruye al mismo ritmo. Eso crea un punto de inflexión en el territorio que hay que tener en cuenta”. Durante el año 2018 solo en Francia fueron víctimas de ataques 129 iglesias, pero el número total de ataques a lugares de culto católicos fue en total 877. Cinco mil edificios católicos están en peligro de desaparecer en los próximos años.

En España, el Observatorio para la Libertad Religiosa registró en 2019 un total de 55 ataques a lugares de culto, dos más que en 2018 y una cifra casi siete veces mayor que en 2014, cuando se registraron un total de 8.

En nuestro país también se producen ataques a imágenes religiosos tan importantes. Este año en Córdoba se derribó la 'Cruz del Llanito', en el recinto del convento de las Descalzas en Aguilar de la Frontera, a pesar de la oposición de la Iglesia y de los vecinos. Operarios del Ayuntamiento cortaron la cruz por la base, la ataron a una grúa y se la llevaron en un camión municipal. Todo ello ante la mirada de asombro e impotencia de un grupo de vecinos que se oponía al derribo.

Durante la noche previa, informó la diócesis, los vecinos encendieron velas junto a la cruz y dejaron notas escritas a mano mostrando su rechazo al derribo de este símbolo cristiano “querido y venerado por muchos”.

La situación en el continente americano

En octubre de 2020, Chile fue protagonista de varios incendios a las iglesias de la Asunción y san Francisco de Borja. El primer templo ardió por completo, derrumbándose incluso el campanario. El fuego fue provocado por grupos de alborotadores que participaban en una manifestación conmemorativa del primer aniversario del llamado "estallido social". Ese 25 de octubre el país debía pronunciarse en referéndum sobre la nueva Constitución elaborada tras aquellas multitudinarias protestas, que dejaron al menos treinta muertos y miles de heridos.

Ayuda a la Iglesia Necesitada decidió este año, por unanimidad, conceder el premio «Libertad Religiosa 2021» al padre Pedro Narbona, párroco al servicio de las parroquias de Santiago de Chile: la Asunción y la Veracruz. Ambas fueron objeto de incendios provocados durante los disturbios del año pasado.

En la isla de Haití no paran los secuestros a religiosos. El último ocurrió el pasado mes de abril, cuando 11 religiosos fueron secuestrados por bandas locales. Aunque este último acontecimiento acabó con la liberación de los religiosos la situación en el país sigue siendo muy preocupante.

En Estados Unidos han crecido durante este último año los actos de vandalismo contra templos e imágenes religiosas. El último se produjo a principios de mes cuando se encontró decapitada una imagen del Sagrado Corazón de Jesús en la ciudad de Waltham. Este ataque se suma a una serie de actos de vandalismo contra las iglesias. En abril de este año, el rostro de una estatua de Cristo fue pintada con spray negro en la Catedral de la diócesis de Fargo. El 13 de marzo, la acera en el exterior de la parroquia de San José en Capitoll Hill, en Washington D.C. fue vandalizada con lo que sería una pinta satánica. A inicios de febrero, tres estatuas de ángeles en la iglesia de San Pío X, en El Paso, fueron derribadas y rotas.

A inicios de enero, una estatua de Santa Teresa de Lisieux fue desfigurada con una cruz invertida, con la palabra “satán” y un pentagrama, en la parroquia de Santa Teresa del Niño Jesús en Abbeville, Louisiana. Iglesias católicas y estatuas en todo Estados Unidos han sido el blanco de vandalismo e incendios. Muchas veces, las iglesias fueron dañadas en medio de disturbios y protestas, mientras que en otros casos fueron directamente el objetivo de actos de vandalismo.

La situación en Asia

En el continente asiático encontramos a los países donde los cristianos sufren un mayor ataque a su libertad religiosa. Los casos más graves suceden en Corea del Norte, China, Bangladesh, Vietnam, India, Pakistán y Afganistán.

El radicalismo islámico, los estados autoritarios y los nacionalismos extremos están detrás de la mayoría de las violaciones a la libertad religiosa.

En 2019 se produjeron 366 nuevos graves episodios de violencia y crímenes de odio contra los cristianos en la India, a los que hay que añadir más de 40 casos en los dos primeros meses de 2020. Frente a la violencia las Iglesias cristianas pudieron dar una gran demostración de unidad y solidaridad. Ha habido numerosas iniciativas para llevar ayuda, material, espiritual e incluso legal, a las víctimas. Además, se han intensificado los esfuerzos para vigilar la situación.

En Pakistán, tan solo el uno por ciento de la población profesa la religión cristiana. Las mujeres cristianas son especialmente increpadas por llevar una simple cruz en el cuello o no llevar su rostro cubierto. Así viven muchos cristianos, algunos de ellos fallecidos. Mártires de la persecución.