El secreto de Pontevedra cuando se cumplen 100 años de las apariciones de la Virgen a Sor Lucía: "Los primeros sábados de mes"
La ciudad gallega inaugura un Año Jubilar para conmemorar el mensaje que la Virgen confió a la vidente de Fátima y que es una de las revelaciones marianas menos conocidas

Madrid - Publicado el
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La ciudad de Pontevedra se ha convertido en el epicentro de una celebración histórica con la inauguración de un Año Jubilar que conmemora el centenario de las apariciones de la Virgen María a Sor Lucía. Este evento, que se extenderá durante todo el 2026, busca poner en valor un capítulo de las revelaciones marianas que, a diferencia de las de Fátima, sigue siendo muy desconocido para el gran público. El Año Santo conectará el actual Jubileo de la Esperanza con el Año Santo Compostelano de 2027, creando un puente espiritual en Galicia.
El origen de las apariciones
La historia se remonta a 1925, cuando una joven Sor Lucía de 18 años llegó a Pontevedra como postulante en una casa de las hermanas Doroteas. Fue en su habitación, el 10 de diciembre de 1925, cuando el niño Jesús y la Virgen María se le aparecieron envueltos en una luz especial. En esa revelación, Jesús le pidió que actuara para desagraviar el dolor de su madre causado por los pecados de la humanidad. Así lo explica Javier Porro, rector de la Casa del Inmaculado Corazón de María, lugar de las apariciones.
Poco después, el 15 de febrero de 1926, el niño Jesús se le apareció de nuevo en el patio y le preguntó directamente: "¿Y tú has cumplido lo que mi madre te manifestó, que dieras a conocer precisamente el mensaje de esos 5 primeros sábados del mes?". En ese momento, Sor Lucía comprendió la misión que se le había encomendado.
Los cinco sábados: una devoción universal
El núcleo del mensaje de Pontevedra es la devoción de los cinco primeros sábados de mes, una práctica de piedad centrada en la fidelidad y la reparación. Según detalla Porro, consiste en cinco actos: la confesión sacramental, recibir la Eucaristía, el rezo del Rosario, dedicar 15 minutos a meditar sus misterios y hacerlo todo "con intención de desagraviar". A diferencia de otras apariciones, el interés de la Virgen no era construir un santuario, sino que la devoción "se difunda por todo el mundo" para que los fieles puedan vivirla allí donde estén.
Un Jubileo de humildad y sanación espiritual
El equipo organizador del Jubileo ha querido enfocarlo desde la sencillez y la humildad, al estilo de la Virgen en Nazaret. El objetivo no son los grandes eventos, sino la sanación espiritual. "Intuíamos que este año (...) se trataba también de que Dios quería restaurar y y curar y consolar el corazón de la madre, consolando y curando el corazón de los hijos", afirma Javier Porro.
La Casa del Inmaculado Corazón de María, lugar de las apariciones, es hoy una casa de acogida con importantes limitaciones físicas. Tras ser adquirida por la Conferencia Episcopal Española para salvarla de la ruina, ha sido rehabilitada parcialmente. El segundo piso, donde estaba la celda de Sor Lucía, es ahora un espacio diáfano con una pequeña capilla para unas 120 personas, donde se conserva una viga original y el altar sobre el que la vidente tuvo una visión de la Santísima Trinidad en Tuy.
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