León XIV recuerda a las víctimas del atentado de Sídney: "¡Basta de violencia antisemita!"

El Papa León XIV ha recibido esta mañana en el Vaticano a las delegaciones de los donantes del pesebre del Aula Pablo VI y del árbol y el pesebre de la plaza de San Pedro. Durante su discurso, el Pontífice ha invitado a rezar “por los que sufren a causa de la guerra y la violencia” y ha condenado de forma particular el atentado terrorista contra la comunidad judía en Sídney.

TELEGRAMA DEL PAPA A LAS VÍCTIMAS 

León XIV ha mandado un telegrama, firmado por el Cardenal Secretario de Estado, Pietro Parolin, para las víctimas del atentado en Sídney: 

"Excelentísimo Monseñor Anthony Fisher, O.P., Arzobispo de Sídney: Profundamente apenado al conocer el horrendo ataque ocurrido en Sídney, que se cobró la vida de miembros de la comunidad judía reunidos para una celebración de Janucá.

Su Santidad el Papa León XIV ofrece la seguridad de su cercanía espiritual a todos los afectados por este acto sin sentido de violencia. Con renovada esperanza de que quienes se sienten tentados por la violencia se conviertan y busquen el camino de la paz y la solidaridad, Su Santidad ora por la curación de los que aún se recuperan, así como por el consuelo de quienes lloran la pérdida de un ser querido. 

Encomendando a los difuntos a la misericordia amorosa de Dios Todopoderoso, el Santo Padre invoca las bendiciones divinas de paz y fortaleza sobre todos los australianos". 

Signos de fe y esperanza

Dirigiéndose a la delegación de la diócesis de Nocera Inferiore-Sarno, de donde procede uno de los pesebres, el Papa ha asegurado que este “recordará que Dios se hace cercano a la humanidad, se hace uno de nosotros, entrando en nuestra historia con la pequeñez de un niño”. En la pobreza del establo de Belén, ha añadido, “contemplamos un misterio de humildad y de amor”.

El Pontífice también se ha dirigido a la delegación de Bolzano-Bressanone, que ha donado el abeto rojo. El árbol, ha explicado, “es signo de vida y recuerda la esperanza que no falla ni siquiera en el frío del invierno”, mientras que las luces que lo adornan “simbolizan a Cristo luz del mundo, venido a disipar las tinieblas del pecado”.

Un llamamiento a proteger la vida

León XIV ha dedicado unas palabras a la representación de la Natividad del Aula Pablo VI, que procede de Costa Rica bajo el título Nacimiento Gaudiumm. Según ha explicado, cada una de las veintiocho mil cintas de colores que la decoran “representa una vida preservada del aborto” gracias al apoyo de organizaciones católicas, lanzando así un llamamiento a “proteger la vida desde la concepción”.

Paz y fraternidad

El Papa ha reconocido que el pesebre y el árbol son signos de fe y de esperanza, invitando a pedir al Señor que renueve “en nosotros el don de la paz y de la fraternidad”. En este contexto, ha pedido rezar “por los que sufren a causa de la guerra y la violencia” y ha sentenciado con dureza tras el ataque en Australia: “¡Basta con estas formas de violencia antisemita! Debemos eliminar el odio de nuestros corazones”.

Finalmente, el Pontífice ha concluido su intervención pidiendo que el amor de Dios ilumine la vida de los fieles. “Dejemos que la ternura del Niño Jesús ilumine nuestra vida. Dejemos que el amor de Dios, como las ramas de un árbol siempre verde, permanezca ferviente dentro de nosotros”, ha expresado.