Fernando Menis, arquitecto del 'mejor edificio del mundo': "La espiritualidad ha sido la pauta de todo"

La Iglesia y Centro Comunitario del Santísimo Redentor, ubicada en el barrio de Las Chumberas de La Laguna (Tenerife), ha sido elegida como el 'mejor edificio del mundo'. El prestigioso galardón ha sido otorgado en el Festival Mundial de Arquitectura celebrado en Miami, donde el jurado destacó la intensidad de la arquitectura y el magistral uso de la luz. Su creador, el arquitecto Fernando Menis, ha explicado en el programa 'Ecclesia al día' de TRECE las claves de un proyecto marcado por la espiritualidad y la conexión con su entorno.

Un centro neurálgico para el barrio

Desde el inicio del proyecto, el objetivo principal fue más allá de lo puramente funcional. "La espiritualidad quizás ha sido la pauta de todo desde el principio", afirma Menis. El arquitecto buscaba dar respuesta a una necesidad social del barrio de Las Chumberas, una zona rodeada de grandes infraestructuras comerciales pero carente de espacios públicos de encuentro. La parroquia se ha convertido en ese punto de encuentro y atractivo para los vecinos, generando una centralidad que antes no existía.

La espiritualidad quizás ha sido la pauta de todo desde el principio"

Fernando Menis

Arquitecto

El camino no ha sido fácil, ya que la financiación ha llegado "muy despacito", principalmente a través de donaciones de fieles y personas altruistas. Esta circunstancia obligó a construir el complejo en cuatro módulos independientes que se fueron ejecutando a medida que se conseguían los fondos. Este proceso, aunque lento, ha permitido que el proyecto se consolide como una referencia para el barrio, y el premio internacional ha llenado de "mucho orgullo" a sus residentes, poniendo a Las Chumberas en el mapa mundial.

Hormigón, basalto y luz

La materialidad del edificio es una de sus señas de identidad, con un uso predominante del hormigón visto y la piedra volcánica de la propia isla. "Aquí basalto en esta isla volcánica, no nos falta", comenta el arquitecto. Se han empleado también puzolanas y piedras muy porosas que contribuyen a una excepcional absorción acústica, un aspecto clave del diseño. De hecho, Menis explica que el proyecto es una continuación de su obra Magma Arte & Congresos, en el sur de Tenerife, y que las soluciones acústicas aquí aplicadas se desarrollaron posteriormente en un auditorio de referencia internacional en Polonia.

La luz de la Resurrección

La luz natural juega un papel fundamental y simbólico en el interior del templo. A lo largo del día, los haces de luz se mueven por el espacio, creando una atmósfera de recogimiento. La primera luz de la mañana, que entra por una apertura orientada al este, "mira hacia Roma", e incide directamente sobre la pila bautismal. Con este juego de luces y sombras, Menis explica que "la iglesia intenta, de una forma racional, generar una atmósfera similar o algo parecida a donde Cristo fue enterrado".

La iglesia intenta generar una atmósfera parecida a donde Cristo fue enterrado"

Fernando Menis

Arquitecto

Sin embargo, el mensaje principal no es la oscuridad, sino la esperanza. La clave, según el arquitecto, es que la puerta de esa cueva simbólica "está abierta, y es que Jesucristo ya resucitó". Esta idea de la Resurrección y la vida eterna es, para Menis, "algo muy presente en todas las religiones". Llevándolo a un plano más personal, el arquitecto compartió su propia creencia: "Yo concretamente creo que no vamos a morir, que viviremos en un estado que nos es muy difícil comprenderlo, pero que esta energía que tiene el ser humano perdura y seguirá viviendo para siempre".