Sara, voluntaria de la Universidad de Murcia: "Los niños me enseñan que a veces vemos los problemas muy grandes, cuando son muy pequeños"

Más de 2.000 estudiantes participan en programas solidarios que van desde hospitales infantiles hasta proyectos internacionales

Voluntarios de la Universidad de Murcia en los pueblos afectados por la DANA de Valencia en 2024

ALFONSO DURAN

Voluntarios de la Universidad de Murcia en los pueblos afectados por la DANA de Valencia en 2024

Redacción Religión

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La Universidad de Murcia se ha consolidado como la institución universitaria más activa de España en acción solidaria, según un reciente estudio de la Fundación Mutual Madrileña. Alicia Rubio, vicerrectora de Estudiantes y Empleo de la UMU, y Sara Ato, alumna y voluntaria, han estado analizando las claves en 'Ecclesia al día' de TRECE. Ambas han explicado cómo la solidaridad se ha convertido en una pieza fundamental del engranaje universitario.

La experiencia personal que 'engancha'

Uno de los rostros de este compromiso es Sara Ato, estudiante que lleva tres años como voluntaria. Su labor se desarrolla en las aulas hospitalarias del hospital La Arrixaca de Murcia, donde atiende a niños y adolescentes hospitalizados. Sara ha señalado la importancia de "tratarlos como una persona, no porque muchas veces no se les trata como si fuera una persona, ya que están ahí hospitalizada".

Preguntada por qué repite la experiencia, Sara no duda: "Lo primero es lo que me enseñan los niños, sobre todo, porque básicamente me enseñan tanto imaginación, como que a veces vemos los problemas muy grandes, cuando a veces son muy pequeños". Además, destaca el sentimiento de pertenencia que ha encontrado: "Tanto el sistema de voluntario de la universidad, como el propio hospital, te acoge como una familia, básicamente, son mi familia". Su entusiasmo ha contagiado a amigas que, como ella, ahora también son voluntarias.

 Una 'formación integral' en valores  

Alicia Rubio ha destacado que el compromiso social de los alumnos ha crecido exponencialmente desde que la UMU comenzó sus proyectos de voluntariado. "Creemos que es una oportunidad increíble de aprender en valores y de aprender competencias que dentro de las aulas no somos capaces de transmitir", ha afirmado la vicerrectora. Este enfoque en la "formación integral" es lo que, según Rubio, atrae cada año a más de 2.000 estudiantes a participar en sus programas.

La vicerrectora ha explicado que la universidad no solo colabora con ONGs y ayuntamientos de la región, sino que también desarrolla programas propios e internacionales en países como InglaterraItalia o Francia. Además, ha subrayado la proactividad de los estudiantes, quienes llegaron a solicitar autobuses para ayudar en la DANA de Valencia, una iniciativa que recibió varios premios por su coordinación.

El reto: conectar con la Generación Z

El perfil del voluntario en la UMU es mayoritariamente femenino, aunque participan estudiantes de todas las titulaciones, no solo de las ramas sociales. "Tenemos estudiantes viviendo en pisos con personas con síndrome de Down, con mayores, en hospitales, con animales", ha enumerado Rubio para ilustrar la gran variedad de actividades disponibles.

A pesar de las cifras de éxito, con más de 2.000 voluntarios, Alicia Rubio reconoce que llegar a los jóvenes es una "asignatura pendiente". La Generación Z "no lee correos electrónicos", por lo que la universidad está explorando nuevos canales como Instagram, TikTok y grupos de WhatsApp para difundir sus programas. "2.000 estudiantes son muchos, pero podrían ser muchos más porque es algo muy, muy atractivo", ha concluido.

Este contenido ha sido creado por el equipo editorial con la asistencia de herramientas de IA.

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