Los dibujos de ánimo de los niños deseando una pronta recuperación a las monjas aisladas en el convento
La congregación, una de las más numerosas de Sevilla, se encuentra en estos momentos siguiendo detalladamente todos los protocolos que las autoridades sanitarias les han marcado
Tiempo de lectura: 2’
Las puertas del convento de las Hermanas de la Cruz de Sevilla, donde 40 de sus 60 monjas están aisladas por haberse contagiado de la covid-19, han amanecido cubiertas de dibujos hechos por niños del barrio, en los que desean a las religiosas que se recuperen pronto de la enfermedad.
Los dibujos muestran en todos los casos a una monja junto a dos niños, y en cada uno, los pequeños han colocado mensajes de ánimo para las monjas junto a los nombres de los pequeños. Así, se pueden leer mensajes como "Rezo por vosotras. Poneos buenas. Marcos" o "Estamos rezando por vosotras. Ana María".
Las religiosas se mantienen aisladas en sus habitaciones, a la espera de que sigan evolucionando favorablemente. El contagio masivo fue detectado a principios de semana, después de que las monjas no hayan parado en los últimos meses de atender a enfermos y personas mayores que viven solas, entre otras labores asistenciales.
Anoche, en la puerta del convento de Santa Ángela De la Cruz. Sevilla, sensibilizada con las hermanitas. pic.twitter.com/CkE6X87CPi
— Juan Carlos Gallardo (@edisev) October 9, 2020
"La cruz a la que abrazarse a imitación de Cristo"
“Esta enfermedad es la cruz del mundo, y nosotras somos las hermanas de la Cruz”, han dejado dicho como recordatorio de su aceptación de la infección por Covid-19 no como una “enfermedad profesional” derivada de su permanente trasiego por todos los barrios de la ciudad socorriendo a los necesitados sino como "una cruz a la que abrazarse a imitación de Cristo".
Fuentes del Arzobispado han indicado que la congregación, una de las más numerosas de Sevilla, se encuentra en estos momentos siguiendo detalladamente todos los protocolos que las autoridades sanitarias les han marcado. En este marco, se ha procedido a cerrar la Casa Madre, ubicada en la céntrica calle Santa Ángela de la Cruz, por lo que "nadie puede entrar y ni salir" de ella.
Las monjas y novicias de esta congregación se dedican esencialmente al cuidado de enfermos, con los que están en permanente contacto y acuden a cuidarlos a los domicilios, si bien hasta la inspección realizada ahora no se había producido ningún caso positivo de coronavirus.
