Escuelas Católicas denuncia que la baja natalidad y la infrafinanciación pública ponen en jaque los centros de Educación Infantil
La organización católica advierte de que en los últimos cinco años han cerrado uno de cada cuatro centros de Educación Infantil de cero a tres años

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Escuelas Católicas ha denunciado que la Educación Infantil de cero a tres años está en peligro, al desaparecer uno de cada cuatro centros en el último lustro como consecuencia de la baja natalidad y la insuficiente financiación pública.
En una declaración conjunta con las principales organizaciones patronales y sindicales del sector de la educación infantil privada, entre las que se encuentra Escuelas Católicas, han reclamado “medidas urgentes e imprescindibles para garantizar su sostenibilidad, universalización y gratuidad”.
En este sentido, destacan que la etapa de cero a tres años no es solo una herramienta de conciliación, sino una etapa educativa reconocida en la Ley Orgánica de Educación, que requiere centros autorizados por las administraciones y personal cualificado.
“Para ofrecer una atención de calidad, es imprescindible que quienes trabajan en estos centros cuenten con condiciones laborales dignas, acordes a la responsabilidad pedagógica y social que desempeñan”, apunta Escuelas Católicas en una nota de prensa.
"Una financiación justa y estable"
La organización católica pone el foco en las graves dificultades estructurales a las que se enfrenta la Educación Infantil, como la existencia de establecimientos irregulares (ludotecas) que “operan sin cumplir la normativa educativa”, lo que a su juicio está perjudicando a familias y menores.
Por ello, en la declaración conjunta las organizaciones patronales y sindicales del sector de la educación infantil privada exigen a las administraciones una financiación “justa y estable para alcanzar la gratuidad y universalidad de este ciclo” y crear una mesa sectorial de Educación Infantil para abordar los retos del sector.
"En la Educación infantil se asientan las bases del desarrollo cognitivo, emocional y social del alumnado"
A su vez, recalcan que el ciclo de cero a tres años es una etapa educativa fundamental, “donde se asientan las bases del desarrollo cognitivo, emocional y social del alumnado, y que contribuye decisivamente a la cohesión social y a la reducción de desigualdades desde la infancia”.
Apoyándose en evidencias internacionales, como los estudios de la OCDE y del premio Nobel James Heckman, destacan que invertir en la primera infancia genera un alto retorno económico y social, reduciendo el fracaso escolar y los costes futuros en sanidad y servicios sociales.
Las entidades reiteran su compromiso con una Educación Infantil de calidad, segura, equitativa y reconocida dentro del sistema educativo.