Cardenales sin baño ni ducha en la Capilla Sixtina que escandalizó a Juan Pablo II y una amenaza: Lo que no sabías sobre los cónclaves

El sacerdote y experto vaticanista Mateo González Alonso presenta en 'Ecclesia al día' el libro 'Esto no estaba en mi libro de Historia de los cónclaves', en la que revela curiosidades sobre el proceso de elección de un Papa 

Mateo González

José Melero Campos

Publicado el - Actualizado

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Hace poco más de un mes que la Iglesia Católica celebró un nuevo cónclave para elegir al Papa León XIV tras la muerte de su antecesor, Francisco. El mundo pendiente de una chimenea, lo que es llamativo en esta era digital que vivimos.

Y es que el proceso de un cónclave apenas ha sufrido modificaciones desde el siglo XIII, lo que hace que despierte la curiosidad más allá de los católicos. La elección de un Pontífice incluye misterio, suscita interés y también genera bulos.

A todas estas cuestiones ha respondido el sacerdote y experto vaticanista Mateo González Alonso en su libro ' Esto no estaba en mi libro de Historia de los cónclaves'. “El cónclave se ha quedado en una cosa simple en cuanto a los rituales, unas votaciones, gente encerrada, una chimenea que en esta era digital puede parecer demasiado analógico pero sin embargo vemos la expectación que genera más allá de la Iglesia Católica”, ha explicado el sacerdote en 'Ecclesia al día'.

A esta liturgia se complementan los canales propios de nuestro tiempo, en la que todo se retransmite las 24 horas del día: “El hecho de que se haga en este ambiente tan espiritual, con un elemento tan misterioso y trascendente sigue generando expectación”, ha agregado.

La elección del Papa Gregorio X en la localidad italiana de Viterbo, en el siglo XIII, marca un antes y un después en la historia de los cónclaves por sus tres años de duración, de 1268 a 1271: “Ya los cardenales estaban encerrados, pero los cónclaves exigían una mayoría total y era complicado”, ha recalcado Mateo González.

El hartazgo de los ciudadanos con los cardenales les llevaron a arrebatarles el techo del palacio apostólico para que quedaran a la intemperie y racionalizó su comida.

Las reformas del Papa Gregorio X para evitar cónclaves prolongados

Para evitar que algo así volviera a suceder, Gregorio X implementó reformas significativas para evitar situaciones similares en el futuro. En el Concilio de Lyon en 1274, promulgó la constitución apostólica 'Ubi periculum', que establecía normas estrictas para los cónclaves: los cardenales debían reunirse en la ciudad donde falleció el Papa anterior, permanecer incomunicados hasta elegir un sucesor y enfrentar restricciones alimentarias si la elección se prolongaba. Estas medidas buscaban acelerar el proceso y reducir las influencias externas.

Más adelante, subraya el autor de 'Esto no estaba en mi libro de Historia de los cónclaves' se fueron afinando en las normas para que “los cardenales tengan la libertad de sentarse en la Capilla Sixtina ante el Juicio Final para actuar de forma responsable y despojándose de todas las presiones internas y externas que pudieran sentir”, ha señalado.

El cambio que introdujo Juan Pablo II en los cónclaves 

Para seguir avanzando en la libertad de los cardenales y evitar injerencias externas, Juan Pablo II habilitó la residencia Santa Marta el alojamiento de los electores durante el cónclave: “Hasta entonces se alojaban alrededor de la Capilla Sixtina en unos dormitorios que eran insalubres sin baño ni ducha. La residencia de Santa Marta intenta adelantarse a la influencia de la tecnología para incomunicar mas a los cardenales y evitar injerencias desde fuera”.

En este sentido, Mateo González subraya que a día de hoy existe aún una amenaza externa que los servicios secretos cada vez ponen más coto, y que tiene que ver con los avances tecnológicos: “Los aparatos de escucha, los drones y cualquier posibilidad de espionaje”, ha puntualizado.

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