Los cristianos congoleños sufren un nuevo episodio de violencia yihadista: casi un centenar de muertos y un centro de salud católico arrasado
La región congoleña de Kivu lleva décadas inmersa en un conflicto étnico y político al que se le une el ingrediente del radicalismo islámico, una situación que ha hecho de las masacres el día a día de la población

La guerra ha convertido en cotidiana la violencia en el Congo
Madrid - Publicado el
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La República Democrática del Congo es el nombre que recibe hoy el antiguo Zaire, anteriormente conocido también como Congo belga. Si África, en sí misma, ha sido un crisol de culturas, etnias, religiones y comunidades muy diferentes malconviviendo dentro de unas mismas fronteras dibujadas artificialmente por el imperialismo europeo, el Congo es el máximo exponente de las catastróficas consecuencias que ha traído el colonialismo al continente. La historia de este país centroafricano es la historia de tantos, una colonización larga y sangrienta, en este caso por parte de Bélgica, que masacró, expolió y sometió todo lo que pudo a la tierra congoleña. De especial infausto recuerdo es el reinado de Leopoldo II de Bélgica, un régimen que asesinó entre 5 y diez millones de congoleños.

Mina de Coltán del Congo
Sin colonialismo tampoco hubo paz
El Congo no logró su independencia hasta el año 1960, cuando Patrice Lumumba ganó las primeras elecciones libres del país. Sin embargo, Lumumba fue apresado y fusilado apenas un año después. La inestabilidad del país terminó con la breve democracia y, en 1965 un golpe militar dio comienzo a la dictadura de Mobutu que duraría 25 años y que renombraría el país como Zaire. En la década de los 90 el mismo Mobutu quiso iniciar un proceso democratizador que no terminó de asentarse por la profunda inestabilidad. A mediados de la década estalla la primera guerra del Congo, con gran influencia de Ruanda y el reciente genocidio contra los tutsis que estremeció el mundo. A finales de los 90 estalla la segunda guerra del Congo que se extiende hasta el 2003, año en el que estalla la Guerra de Kivu que, con diferentes momentos de intensidad se ha extendido hasta la actual ofensiva del Movimiento M23 en la región.
La guerra actual
Desgraciadamente, las noticias que llegan de Congo, ya no estremecen a nadie. Al contrario de lo que podría parecer, llevar en guerra 30 años, resta interés a la desgracia humanitaria que supone. Los enormes recursos naturales del país, el ansiado coltán que tantas de estas guerras ha motivado, los intereses de las potencias occidentales, han generado un silencio cómplice sobre las masacres que golpean el Kivu, día sí, día también.

Facciones guerra del Congo
Ahora mismo, el Movimiento M23 o Movimiento 23 de marzo, los rebeldes que se enfrentan al gobierno congoleño, controlan buena parte de la región de Kivu, después de una ofensiva en octubre de 2024 que acabó con la caída de una de las capitales regionales, Goma, en enero del 25. Allí, desde entonces, reina el caos y, como desgraciadamente es habitual en África, donde hay caos hay yihadismo. Los escurridizos tentáculos del ISIS, llegan al centro de África, donde algunas de sus filiales tratan de aprovechar la tragedia bélica para matar y masacrar con total impunidad. En este caso, operan bajo un grupo de nombre contradictorio con lo que defienden: Fuerzas Democráticas Aliadas.
Ellos son los que han sido responsables de la última matanza de cristianos, colectivo religioso que, como también es tristemente habitual, son los que sufren las persecuciones más virulentas. Al menos 89 civiles muertos, esas son las terroríficas cifras que acumula este grupo. Entre ellas, alrededor de una veintena en un centro de salud católico en la localidad de Byambwe. Saqueos, decapitaciones, asesinatos brutales a mujeres embarazadas, los yihadistas arrasaron con todo lo que encontraron a su paso, en un nuevo episodio terrorífico.





