Un antiguo monaguillo de 80 años desvela la localización de un tesoro perdido en Burgos tras oír una entrevista en la radio

Creado durante los años de la Guerra Civil, una de las pinturas más buscadas de España se creía desparecida desde un aparatoso incendio de 1950 en una iglesia

Fresco de Rosario de Velasco

Crónica de las Merindades

Fresco de Rosario de Velasco

Paco Delgado

Madrid - Publicado el

2 min lectura

En el pequeño pueblo de Las Machorras, en el centro de la comarca burgalesa de Las Merindades, el tiempo parece haberse detenido. Entre sus casas de piedra y sus verdes pastos, la iglesia (el Santuario de las Nieves) guarda un misterio que solo unos pocos conocían. Lidia, la dueña del único bar del lugar, custodia las llaves del templo y, con ellas, el acceso a una obra de arte olvidada.

Se trata de un fresco de la pintora Rosario de Velasco ubicado en un escondite de un tesoro que tiene su origen en los años de la Guerra Civil (1938) y que se creía incinerado más de 12 años después tras un aparatoso incendio, aunque nada más lejos de la realidad.

 Quién fue Rosario de Velasco  

Toya Viudes, sobrina-nieta de la artista, lleva años reconstruyendo la vida de su tía abuela, una de las grandes figuras olvidadas de la pintura española. Su investigación la llevó hasta este remoto valle, donde Rosario se refugió durante la Guerra Civil. "Sabíamos que había pasado aquí parte de la guerra, pero no imaginábamos que hubiera dejado una huella tan tangible", confesaba hace unos meses en Antena 3.

Toya Viudes, sobrina nieta de la artista Rosario de Velasco

EFE

Toya Viudes, sobrina nieta de la artista Rosario de Velasco

Gracias a una campaña en redes sociales, Toya logró reunir una colección de obras dispersas por toda España para una exposición homenaje que tuvo lugar en el Museo Thyssen. Pero el mayor descubrimiento estaba aún por llegar: unos murales que se creían destruidos y que, contra todo pronóstico, seguían en pie.

 El recuerdo de un antiguo monaguillo  

Y es que la clave de la localización del fresco la tenía Moisés, un anciano del pueblo de 80 años que, de niño, sirvió como monaguillo en la iglesia. "Escuché a Toya en la radio hablando de los cuadros perdidos y supe que tenía que avisarla", revela con una sonrisa a la televisión. Desde su puesto junto al altar, el entonces monaguillo memorizó cada detalle de aquellas pinturas. "Las veía cada domingo. ¿Cómo las iba a olvidar?", dice con orgullo.

Fresco escondido en el Santuario de las Nieves

Antena 3

Fresco escondido en el Santuario de las Nieves

Las obras, creadas por Rosario entre 1938 y 1939, sobrevivieron milagrosamente a un incendio en los años cincuenta. Sin embargo, el paso del tiempo y la humedad las han dejado al borde de la desaparición. "Si no actúan pronto, se perderán para siempre", advierte Lidia, mientras señala las grietas en la pared.

 Versos, fiestas y una carrera contra el reloj  

La historia de Rosario sigue viva en Las Machorras. Moisés, con su memoria intacta, incluso compuso unos versos en dialecto pasiego que los jóvenes del pueblo recitan en las fiestas locales. "Es nuestra manera de recordarla", explica.

Ahora, el reto es salvar los murales antes de que sea demasiado tarde. Su restauración no solo recuperaría una parte esencial de la obra de Velasco, sino que podría poner a este rincón de Burgos en el mapa cultural del norte de España. El secreto, al fin, ha salido a la luz. Solo falta que alguien le tienda una mano.