Más de 1.200 jóvenes peregrinan a Covadonga: "Se viven momentos de mucho sufrimiento"

Ignacio Callejo es uno de los peregrinos que camina hacia Covadonga a lo largo de este fin de semana. Hoy esperan realizar más de 35 kilómetros

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Ana Palacios de Elías

Madrid - Publicado el

2 min lectura

A lo largo de este fin de semana se está realizando una peregrinación muy especial, la peregrinación a Covadonga. Cerca de 1.200 jóvenes han salido esta mañana muy pronto desde Oviedo, y su intención es llegar el próximo lunes hasta el santuario de la Virgen.

Una peregrinación en un ENTORNO MARAVILLOSO

Ignacio Callejo es uno de los jóvenes que está peregrinando en estos momentos hacía Covadonga, se han levantado esta mañana muy temprano, y desde Oviedo se han puesto en camino: "De momento llevamos 20 kilómetros, pero se espera que hoy hagamos unos 35 kilómetros". 

Es el tercer año consecutivo que Ignacio realiza esta peregrinación que siempre coincide en fechas con la festividad del Apóstol Santiago: "El entorno es maravilloso, además tiene una parte muy especial que son las Misas, y por supuesto que es una ocasión maravilloso para pedirle a la Virgen por mis intenciones particulares". 

En total son 90 kilómetros de peregrinaje desde Oviedo hasta Covadonga, "los dos primeros días de caminata son los más duros, porque hacemos unos 35 kilómetros cada día, el último es el que menos tiene, pero llegas ya con las piernas cansadas y hay mucho desnivel", nos cuenta Ignacio

"llegamos cantando y mucha gente lo hace llorando"

La peregrinación se organiza en capítulos, que son distintos grupos, y todos van presididos por un capellán: "somos un grupo de unos 30 jóvenes, entre 20 y 30 años, fue gracias a un amigo dominico que es el que durante la peregrinación nos asiste espiritualmente". 

Todos los días les transportan en camiones las tiendas de campaña en las que duermen "dormimos en descampados, al raso", pero todos los peregrinos llevan su propia mochila para el camino. 

Durante la peregrinación, nos cuenta Ignacio, se viven momento de mucho sufrimiento, de mucho dolor de pies "pero cuando llegas a Covadonga todo cobra sentido", señala Ignacio "llegas con una alegría enorme, entramos todos cantando a la Virgen, hay muchos abrazos, lagrimas". 

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