La experiencia de ser monje o monja durante una semana: "Que dejen a un lado el móvil..."
Una monja y un monje benedictinos explican en TRECE cómo jóvenes de toda España se sumergen este verano en la vida monástica para reencontrarse con la fe

Las religiosas benedictinas del Monasterio de Santa Cruz de Sahagún (León) proponen realizar ‘prácticas de monja’ con ellas durante unos días en los meses de verano.
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Sor Marta es monja en el Monasterio Santa Cruz de Sahagún (León), y su labor en la Iglesia y en el mundo es principalmente "la oración de intercesión". El año pasado, al igual que este, las monjas Benedictinas abren las puertas de su Monasterio para este verano a chicas vocacionadas que quieran hacer una experiencia en las fechas que ellas elijan.
Las jóvenes que alguna vez se hayan planteado ser monjas pueden vivir en primera persona en qué consistiría, "teniendo un primer contacto de experiencia con nosotras". Si finalmente la chica considera que ese es el camino que quiere seguir dentro de la Iglesia, las monjas le acompañarán y podrá volver al convento durante otro periodo de tiempo si lo necesita.
En Ecclesia al Día, de TRECE, hemos conocido un poco más de la mano de la monja Sor Marta la iniciativa que proponen las Benedictinas. En las últimas semanas han acogida a grupos de chicas que tienen entorno a 30 años y llevan ya varios meses planteándose la vocación religiosa.

Monasterio de Santa Cruz de Sahagún (León)
No es un retiro
Sor Marta señala que las chicas que acuden al Monasterio a conocer como es el día a día de las monjas "son chicas con cierta trayectoria en la fe", a lo que la hermana añade que "esto no es una experiencia para terminar de darle forma a esa posible llamada del Señor".
Las monjas Benedictinas son bien conocidas por hospedar a los peregrinos del Camino de Santiago y también por la elaboración de dulces artesanos y de productos cosméticos. No solo quien decida acudir por voluntad propia se encargará de los quehaceres diarios, sino que también incidirán en la vocación del camino religioso. "El porcentaje de las chicas que siguen el camino es pequeño, pero hay muchas otras que quieren seguir con la experiencia".
Las mujeres que decidan sumarse a esta experiencia vivirán plenamente el ritmo de vida del convento, combinando momentos de oración con labores cotidianas, tal como señala la religiosa. La jornada comenzará a las 6:30 de la mañana, incluirá el rezo del rosario, una hora diaria dedicada a la lectura espiritual y tareas en la huerta del monasterio. Además, al considerar que la naturaleza también es un lugar de encuentro con Dios, está previsto recorrer un tramo del Camino de Santiago, aprovechando la proximidad con esta ruta ancestral.
Una puerta abierta para descubrir la vida monástica
El Monasterio de Silos, situado en la provincia de Burgos, se ha convertido en un punto de encuentro espiritual gracias a unas experiencias monásticas que se vienen celebrando desde hace cinco años. El Fraile Juan Javier Flores, en una experiencia que llevan ya tiempo trabajando en ella desde la Abadía, señala que las personas que acuden llegan fundamentalmente de España y que "tan solo hemos podido recibir a 10 chicos porque es el máximo número de camas que disponemos".
Juan Javier Flores muestra sorprendido cómo la gente solo conoce de ellos lo externo y que "se debería de profundizar en la vocación benedictina, en nuestro ser cristiano y en nuestro ser monástico", es por ello que han decidido abrir las puertas de la Abadía para que la gente acuda y realicen un discernimiento.
"Se trata de una experiencia enfocada en la vida monástica benedictina que practicamos en este lugar", explica en el programa de TRECE. A través de charlas formativas, los participantes tienen la oportunidad de profundizar en el significado de la liturgia y compartir el día a día con los monjes. Durante su estancia, se alojan en el monasterio y colaboran en distintas labores, con el fin de conocer de cerca las tareas que forman parte de esta forma de vida.