Susto en el Tour de Francia: apuñalan a un gendarme y el chaleco le salva la vida

La 4ª etapa del Tour de Francia, que pasará a la historia por la victoria número 100 del ciclista esloveno Tadej Pogacar, se vio empañada por un grave incidente de seguridad ocurrido en la línea de meta de Rouen. Un espectador, identificado como un joven de 21 años, fue disparado por la policía tras amenazar con un cuchillo a varios asistentes y apuñalar a un agente antidisturbios en un episodio que generó pánico y conmoción entre espectadores, organizadores y corredores.

El incidente tuvo lugar aproximadamente dos horas antes de que Pogacar, luciendo el codiciado maillot arcoíris que lo distingue como campeón mundial, cruzara la meta para consolidar una etapa memorable. Sin embargo, antes de este momento deportivo histórico, la calma se rompió cuando el joven comenzó a mostrar una actitud violenta, amenazando con un cuchillo a personas que se encontraban en la zona reservada para el público.

 El agresor: un joven prófugo de un hospital psiquiátrico  

Según fuentes policiales y reportes de medios franceses como Le Parisien y CyclingNews, el individuo estaba siendo buscado por las autoridades tras haberse escapado semanas atrás de un hospital psiquiátrico. Esta información explica en parte la actitud errática y agresiva del joven, que puso en riesgo la seguridad de las personas presentes.

Al detectar la amenaza, un equipo de agentes antidisturbios se movilizó rápidamente para contener al agresor y proteger a los espectadores. Sin embargo, durante la persecución, el joven apuñaló en el pecho a uno de los policías. Gracias a que el agente llevaba un peto protector, la herida no comprometió órganos vitales y no fue de gravedad, pero sí fue un momento de extrema tensión que pudo haber terminado en tragedia.

Ante esta agresión, un segundo agente antidisturbios abrió fuego contra el agresor para neutralizar la amenaza. El disparo impactó al joven, que fue atendido de inmediato en el mismo lugar por personal sanitario y policial. Luego de recibir los primeros auxilios, fue trasladado bajo custodia para continuar con el tratamiento y quedar a disposición judicial.

El hecho causó un susto considerable entre los asistentes al Tour de Francia, que en esta edición contó con una gran afluencia de público tras la normalización de los eventos deportivos masivos después de la pandemia. Los organizadores han reforzado las medidas de seguridad para evitar incidentes similares en etapas futuras, y la policía local ha asegurado que se mantendrá en alerta máxima durante todo el recorrido.

El fiscal Sébastien Gallois explicó a los medios que la rápida intervención de los agentes fue clave para evitar un desenlace peor: “Gracias a su peto, el agente antidisturbios resultó ileso. Al ver que su compañero era atacado, otro agente antidisturbios disparó para proteger a las personas presentes”.

 Investigación en curso y consecuencias legales  

El Tour de Francia, una de las competiciones ciclísticas más importantes del mundo, siempre ha destacado no solo por la calidad deportiva, sino también por la gran cantidad de espectadores que congrega en las carreteras francesas. Por ello, la seguridad es un aspecto fundamental para garantizar el buen desarrollo del evento.

A pesar del susto, la etapa pudo concluir sin mayores interrupciones, y Tadej Pogacar logró sumar un nuevo triunfo a su impresionante palmarés, vistiendo el maillot arcoíris y marcando un récord significativo en su carrera. Sin embargo, el episodio en Rouen recordó a todos que la seguridad en eventos masivos sigue siendo un desafío constante para las autoridades.

Por el momento, el joven agresor permanece bajo custodia policial y se espera que en los próximos días se esclarezcan los detalles sobre su situación médica y legal. Las autoridades continúan investigando para entender mejor las circunstancias que llevaron a este violento incidente en medio de una celebración deportiva.

Este suceso pone de manifiesto la importancia de la vigilancia y preparación de los cuerpos de seguridad en eventos de esta magnitud, y la necesidad de protocolos eficaces para responder con rapidez ante cualquier amenaza.